Las llamadas leyes de desconexión de Cataluña ( La ley del
Referendum y la de Transitoriedad jurídica) fueron aprobadas en dos
sesiónes en el parlament los dias 6 y 7 de septiembre, que pasarán a la
história, porque son sesiones filmadas, como la mayor farsa democrática
en un parlamento pretendidamente democrático en el Mundo. El Estado
suspendió estas leyes, pero no hacía ni siquiera falta esta suspensión y mucho menos la reprovable represión posterior,
ya que no solo la Constitución, sino el propio Estatut de Cataluña (así
como todas las constituciones nacionales coincidentes) exigen para
cambiar leyes fundamentales el concurso de los 2/3 de la Cámara.
Resultado de esto es que, a pesar de que los ovarios de la Presidenta
Carmen Forcadell dieron por bueno el resultado de mayoría simple para
aprobar estas leyes, el resultado de 72 adhesiones cuando se necesitaban
90, invalida según la propia Ley estatutaria el resultado. Por lo tanto
la convocatória de Referendum del 1 de Octubre era ilegal e ilegítima. Por otra parte no hay nadie en Europa que avale los resultados de un no
referendum sin ninguna garantía y tramposo como se ha demostrado.
Detrás
de este referendum hay un reto al Estado de una parte de la población
de Cataluña, que basándose en una legalidad española que reprueban, pero
que usan cuando conviene, han conseguido con 47% de votos en un
supuesto referendum plebiscitario, conseguir una mayoría de escaňos.
La movilización desde las tomadas instituciones colectivas y medios, el
traslado de la política a las calles ausentándose del Parlament en las
últimas semanas y el uso propagandístico de los medios de comunicación
públicos, así como el plan diseñado para tomar las calles mediante
asociaciones promovidas y subvencionadas durante años, ha hecho el
resto. Ha sido en su conjunto un rapto de la soberanía del conjunto del
pueblo por las instancias independentistas del Parlament y la sociedad
de forma tramposa, ilegal y como ya se está demostrando por las
consecuencias, irresponsable. Han utilizado las instituciones de todos
catalanes apropiándose de ellas una minoría muy activa en las calles de
la sociedad. La fragmentación y descohesión de la Cataluña real está
servida, así como la recesión económica y la debacle social.
Por
ello habemos mucha gente que pedimos que se vuelvan a convocar
elecciones autonómicas en Cataluña, porque desde la constitución del
presente Govern y con la retirada de Artur Mas que ha dejado en la
Presidencia a un President no votado por el conjunto de los Catalanes,
han pasado episodios de mucho calado y que tendrán gran transcendencia y
que han removido el imaginario colectivo y a buen seguro los apoyos
particulares a unos y otros en función de su actuación política. Hay que
tener en cuenta así mismo que los partidos convocantes del Referendum
no lo llevaban en su programa político.
Por todo lo cual es de
justícia y de sentido común que en breve plazo se vuelvan a convocar
elecciones autonómicas y será mejor que lo haga el President que está
investido de competencias estatutarias para ello. Un President no puede
permitir que el Estado intervenga las instituciones catalanas y ahora en
su mano está el preservar el autogobierno y la paz social.
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