domingo, 22 de octubre de 2017

President, en su mano está preservar las instituciones y el gobierno de Cataluña






Las llamadas leyes de desconexión de Cataluña ( La ley del Referendum y la de Transitoriedad jurídica) fueron aprobadas en dos sesiónes en el parlament los dias 6 y 7 de septiembre, que pasarán a la história, porque son sesiones filmadas, como la mayor farsa democrática en un parlamento pretendidamente democrático en el Mundo. El Estado suspendió estas leyes, pero no hacía ni siquiera falta esta suspensión y mucho menos la reprovable represión posterior, ya que no solo la Constitución, sino el propio Estatut de Cataluña (así como todas las constituciones nacionales coincidentes) exigen para cambiar leyes fundamentales el concurso de los 2/3 de la Cámara. Resultado de esto es que, a pesar de que los ovarios de la Presidenta Carmen Forcadell dieron por bueno el resultado de mayoría simple para aprobar estas leyes, el resultado de 72 adhesiones cuando se necesitaban 90, invalida según la propia Ley estatutaria el resultado. Por lo tanto la convocatória de Referendum del 1 de Octubre era ilegal e ilegítima. Por otra parte no hay nadie en Europa que avale los resultados de un no referendum sin ninguna garantía y tramposo como se ha demostrado.

Detrás de este referendum hay un reto al Estado de una parte de la población de Cataluña, que basándose en una legalidad española que reprueban, pero que usan cuando conviene, han conseguido con 47% de votos en un supuesto referendum plebiscitario, conseguir una mayoría de escaňos. La movilización desde las tomadas instituciones colectivas y medios, el traslado de la política a las calles ausentándose del Parlament en las últimas semanas y el uso propagandístico de los medios de comunicación públicos, así como el plan diseñado para tomar las calles mediante asociaciones promovidas y subvencionadas durante años, ha hecho el resto. Ha sido en su conjunto un rapto de la soberanía del conjunto del pueblo por las instancias independentistas del Parlament y la sociedad de forma tramposa, ilegal y como ya se está demostrando por las consecuencias, irresponsable. Han utilizado las instituciones de todos catalanes apropiándose de ellas una minoría muy activa en las calles de la sociedad. La fragmentación y descohesión de la Cataluña real está servida, así como la recesión económica y la debacle social.

Por ello habemos mucha gente que pedimos que se vuelvan a convocar elecciones autonómicas en Cataluña, porque desde la constitución del presente Govern y con la retirada de Artur Mas que ha dejado en la Presidencia a un President no votado por el conjunto de los Catalanes, han pasado episodios de mucho calado y que tendrán gran transcendencia y que han removido el imaginario colectivo y a buen seguro los apoyos particulares a unos y otros en función de su actuación política. Hay que tener en cuenta así mismo que los partidos convocantes del Referendum no lo llevaban en su programa político.

Por todo lo cual es de justícia y de sentido común que en breve plazo se vuelvan a convocar elecciones autonómicas y será mejor que lo haga el President que está investido de competencias estatutarias para ello. Un President no puede permitir que el Estado intervenga las instituciones catalanas y ahora en su mano está el preservar el autogobierno y la paz social.

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