Estamos asistiendo a la privatización y
destrucción de los servicios públicos en el marco del desmantelamiento del
Estado social.
La democracia permanece secuestrada por una
oligarquía financiera ante la complicidad y pasividad de la clase política, que
vive alejada de la realidad y de los problemas de la ciudadanía.
Dentro de la ofensiva neoliberal y en el proceso
de desguace de las cajas de ahorros en beneficio de los grandes grupos
bancarios, el gobierno anuncia “el último regalo” de CatalunyaCaixa y
Novacaixagalicia, como antes había hecho con la CAM, UNNIM y el Banco de
Valencia.
Todas estas entidades han sido recapitalizadas
con grandes inyecciones de dinero público. Además, se resucita el esquema de
protección de activos destinado a cubrir la futura morosidad de las carteras
adquiridas por los bancos, igual como se hizo en el caso de la adquisición de
la CAM por el Banco de Sabadell, gratis y con cobertura de posibles problemas a
cargo de toda la ciudadanía. Es decir, se cubren con dinero público los riesgos
o posibles pérdidas futuras de grupos bancarios como el Santander, BBVA o
Sabadell.
La bancarización de las cajas y el reparto del
botín entre la banca privada está llevando a la consolidación y fortalecimiento
de un oligopolio formado básicamente por estos grandes grupos financieros.
Ya hace
mucho tiempo que el crédito ha dejado de llegar a familias, autónomos y pymes.
La banca ha utilizado las ayudas de dinero público (más de 180.000 millones de
euros) en provecho propio, especulando con la deuda pública y pagando parte de
las deudas contraídas con la banca centroeuropea y los mercados
internacionales.
La banca ha sido y es rescatada mediante
decisiones unilaterales de los gobernantes, mientras que la mayor parte de la
ciudadanía se empobrece, se destruyen derechos en un retroceso social sin
precedentes y siguen los desahucios, las estafas y los abusos bancarios.
Los bancos rescatados con dinero público
pertenecen legítimamente a la ciudadanía, pero el gobierno planea volver a
ponerlos en manos privadas sin ninguna reglamentación para evitar que sigan
especulando.
Es tiempo de reclamar que la banca nacionalizada
con el dinero de los contribuyentes cumpla una función social y que sus
infraestructuras constituyan el embrión de una banca pública.
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Frente al poder de la banca
privada y su actuación ilegal e ilegítima,
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Frente a la dejación de
responsabilidades de los poderes públicos y
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Frente a los silencios cómplices,
Manifestamos al conjunto de la ciudadanía que
HAY
ALTERNATIVAS FRENTE A LA BANCA PRIVADA ESPECULADORA.
Proponemos
la creación de una
BANCA
PÚBLICA, ÉTICA Y CON CONTROL SOCIAL.
¡Recuperemos las cajas reprivatizadas, nacionalizadas y
el “banco malo” (SAREB) para construir una banca pública, ética y social
al servicio de la sociedad!
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Como herramienta para superar la
crisis actual
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Para preservar el dinero público
utilizado
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Para crear un parque de vivienda
pública
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Para impulsar otro modelo
productivo con criterios éticos y sostenibles
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Para sostener financieramente el
gasto público (salud, educación, etc.)
·
Para convertir los servicios
financieros en un servicio público
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Como contrapeso al poder de la
banca privada
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Como parte de una estrategia para
recuperar soberanía financiera
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Como
impulsora de unas finanzas transparentes con finalidades sociales y control
democrático.