Antonio Fuertes Esteban. desBanka y ATTAC Acordem
La democracia como soberanía
popular es una imprescindible utopía que tiene un eterno enemigo, el Poder, al
cual hoy podemos poner apellidos sin miedo a equivocarnos: El poder del dinero.
En este momento en que el sistema
económico y político sufren una grave crisis, hemos de preguntarnos ¿Cómo hemos llegado aquí?
El proyecto ilustrado, cuyo
cometido fue elevar al súbdito a la categoría de ciudadano, generó en su seno
una perversión de los valores fundacionales. Al grito de ¡emancipación! los
plutócratas opusieron el de ¡enriqueceos! y con este han venido dominando las
instituciones de la democracia formal. Podríamos decir que este proyecto
conservador, en cuanto predominio del poder de los menos, ha dominado
mayoritariamente el proceso democrático hasta ahora.
Después de la segunda Guerra el
proyecto plutócrata capitalista se reinventa, asumiendo que, el reto de volver
a levantar la economía y las instituciones en Europa, requiere de la
movilización de la fuerza de trabajo y por ende del pacto con unos movimientos
sociales entonces fuertes y reivindicativos. Al poder plutocrático no le pasó
desapercibido que el proceso no podía ser de cualquier manera, por ello cedió
una parte controlada del poder en el proceso de reconstrucción del sistema a la
ciudadanía organizada. El llamado Estado social es posible debido a este gran
pacto de post-guerra.
Sin embargo el capitalismo inicia
una nueva metamorfosis después de las crisis de los años 70; las llamadas
crisis del petróleo, que fundamentalmente son por una parte una crisis de
sobreproducción y de pérdida de la tasa de ganancia y por la otra la necesidad
del capital de volver a la situación anterior a la Guerra y plantar cara al
estado social y a unas fuerzas populares empoderadas. El poder oligárquico da
una nueva vuelta de tuerca, para desposeer de nuevo al pueblo, reinventándose y
volviendo a marcar de nuevo las cartas y las reglas del juego.
El neoliberalismo será en
adelante la nueva ideología que en lo económico guía el nuevo proceso de
desarrollo capitalista sirviendo de base al proceso de globalización. Al grito
de ¡Vía libre a los plutócratas! Toma el corpus político, social e
institucional.
Los procesos de liberalización,
desregulación y privatización, desposeen al pueblo y enriquecen y dan poder a
los plutócratas, que acaban teniendo mecanismos de control sobre los tres
poderes de la democracia formal y sobre los medios de comunicación.
El poder económico opta, a través de estas
políticas neoliberales, por ejercer de
nuevo el control sobre la aceleración del proceso de acumulación. En este sentido comprende que sólo
sobredimensionando el peso de las finanzas en la economía y estableciendo
políticas monetaristas conseguirá su propósito y para ello ha de desposeer a
los trabajadores y al espacio público. Para ello favorece el poder y capacidad
de actuación del sistema financiero, o sea de los bancos y mercados de valores
y de capital, sobre las de la economía productiva.
A través de las instituciones internacionales
en general y de la UE en particular, se sobredimensiona el poder bancario, que
es el del dinero, en la economía mundial y europea mediante :
-
La libertad absoluta de movimientos de capitales
alrededor del globo.
-
Se permite el abuso del sistema de reservas
fraccionadas de los bancos y de la titularización (regulación del BIS, Basilea
I, II y III)
-
Se
privatiza totalmente el sistema financiero, haciendo a cualquier
proyecto económico dependiente de él.
-
Se acaba con la separación tradicional entre
banca comercial y banca financiera, terminando con ello con la banca de
proximidad y asentada en el territorio y potenciando la concentración bancaria
y la gran banca global.
-
Se da un proceso de privatización y
bancarización de las Cajas de Ahorro.
-
Se liberaliza el interés y el posible exceso de
apalancamiento en las inversiones.
-
Se impide en Europa que el BCE pueda prestar
dinero directamente a los Estados, mecanismo por el que se multiplican los
intereses de la deuda.
-
Se promueve un ordenamiento jurídico
internacional que preserva la opacidad, la cual genera impunidad ante el fraude
o delincuencia financiera y operatividad delictiva (capitalismo depredador,
corrupción). En este sentido la opacidad de los instrumentos fundamentales de la globalización financiera - Sociedad SWIFT base telemática de las transferencias financieras, Cámaras de compensación interbancaria " notarios de la globalización" y paraísos fiscales- preservan el secreto y opacidad más absoluta
-
Absoluto dominio de la economía especulativa
sobre la productiva, en una proporción de 60 a 1 en cuanto peso en los mercados
financieros.
-
Alejamiento de los mecanismos de regulación política del
poder financiero.
Estos y otros cambios normativos han significado una gran
fiesta económica en el casino global, concentrando el poder económico en una
minoría, horadando al poder político y a la democracia y provocando una gran
inestabilidad financiera que ha precipitado una crisis sistémica, que sufre la
gran mayoría de la ciudadanía, de consecuencias aún impredecibles.
Y es constatable como todos estos
cambios, promovidos en su mayoría por el capitalismo de origen anglosajón, se
han ido instalando en los diversos tratados europeos, con Maastrich o Lisboa como
hitos, y ello con el consenso tanto de la derecha política como de los grupos
socialistas europeos, al mismo tiempo que con la aquiescencia de la izquierda
sindical. No es extraño que la ciudadanía sufra un gran desencanto de la
izquierda mayoritaria política y sindical.
Ante el sistema capitalista global dominado por los plutócratas, que
han impuesto nuevas reglas globales, la acción colectiva de los movimientos
sociales ha de re-inventarse, no puede ser la misma que la que en los años de
post-guerra orientó la lucha contra el capitalismo monopolista de Estado
Necesario cambio de
enfoque:
En primer lugar es necesario
crear un espacio de reflexión, debate y movilización común de los movimientos
sociales, que asuma el reto de promover un proyecto alternativo a nivel
económico y social. Para ello es necesario crear un nexo de unión entre los
espacios de contestación fragmentada.
Además hay que hacer un ejercicio colectivo para repensar y renovar el análisis ideológico, que constituya el arma cultural de los proyectos emancipadores y ello como necesidad imperiosa de unión del pueblo. Esto significa promover espacios de encuentro primando lo que une y apartando lo que separa a las diversas corrientes ideológicas de las tradiciones emancipadoras.
Además hay que hacer un ejercicio colectivo para repensar y renovar el análisis ideológico, que constituya el arma cultural de los proyectos emancipadores y ello como necesidad imperiosa de unión del pueblo. Esto significa promover espacios de encuentro primando lo que une y apartando lo que separa a las diversas corrientes ideológicas de las tradiciones emancipadoras.
En segundo lugar la acción
ciudadana ha de enfocar sus análisis y movilizaciones locales hacia el cambio
global. Un capitalismo global, que implanta sistemas de opresión, expolio y
riesgos globales, no puede ser combatido desde ópticas locales exclusivamente.
Se hace necesaria una internacionalización de los movimientos sociales y del
proyecto emancipador, comenzando por Europa.
En tercer lugar hay que transitar, o por lo menos alternar, desde el enfoque de reivindicación y lucha contra gobiernos y políticos responsables al enfoque centrado en la lucha contra los máximos responsables de este estado de cosas que son la oligarquía económica y muy especialmente la financiera.
En tercer lugar hay que transitar, o por lo menos alternar, desde el enfoque de reivindicación y lucha contra gobiernos y políticos responsables al enfoque centrado en la lucha contra los máximos responsables de este estado de cosas que son la oligarquía económica y muy especialmente la financiera.
En cuarto lugar es necesario
añadir a las movilizaciones centradas en el gasto, en los recortes y la pérdida
en los servicios y prestaciones públicas, la movilización centrada en el
ingreso, o sea en unas finanzas y fiscalidad democráticas y solidarias ya que
sin estas el estado social no es posible.
El porqué de desBanka ( Frente ciudadano contra el poder financiero)
El Frente ciudadano contra el
poder financiero, desBanka, nace por
iniciativa de un grupo de personas activas en diversos movimientos ciudadanos
catalanes y con un convencimiento: ante la reinvención continua de los
mecanismos de dominio de la plutocracia sobre el pueblo - cerrando cada vez más
caminos a las antiguas formas de acción de los movimientos sociales - también la acción popular ha de re-inventarse
para poder mantener activo y hacer posible el ideal democrático.
desBanka surge con la intención
de proponer y promover continuamente un espacio de unión, reflexión, debate y
movilización conjunta entre los movimientos sociales que luchan contra la
dictadura financiera y el poder bancario, para ir construyendo en común un
proyecto alternativo de finanzas democráticas ajustado a las necesidades
humanas, no sobredimensionado, ético y controlado democráticamente. Se trata de
embridar, para controlar primero al poder desbocado del dinero, como paso
previo al paso de unas finanzas privadas a unas públicas tomando el control de
la economía y de la democracia.
desBanka pretende ser:
-
Espacio
de encuentro y nexo de unión.
-
Espacio
de reflexión.
-
Espacio
de pedagogía y formación.
-
Apoyo a
las diversas movilizaciones de existentes contra el poder financiero.
-
Motor de
movilización conjunta.
-
Germen de
proyecto alternativo de finanzas públicas u otras formas que en todo caso sean
éticas, solidarias y con control social.