En el seno de un debate internacional en ATTAC en 2007 sobre la estrategia política de ATTAC defendí esta posición, que sigo manteniendo a grosso modo.
ATTAC Y LA POLÍTICA:
Defensa de la salida 2 de las
observadas por Nikonoff *: Sin convertirse en partido político, ATTAC
debería suscitar la creación de un partido o movimiento político (con unos
fines determinados por el consenso altermundista global).
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Si la finalidad de ATTAC es devolver el poder a los
ciudadanos, hemos de tener en cuenta para ello las circunstancias actuales en
que se desarrolla la vida política y como caminamos hacia esa meta.
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Es un hecho que la democracia liberal, llamada
representativa, sufre una profunda crisis de legitimidad y no sirve a la gobernabilidad de las
naciones desde el punto de vista de la soberanía popular ni del de la
satisfacción de los derechos humanos fundamentales; y mucho menos sirve a la del conjunto de la humanidad. A nivel
nacional las formas de hacer política han quedado obsoletas porque no han sido
capaces de adaptarse a las grandes transformaciones sociales protagonizadas por
la complejidad, el pluralismo y la globalización neoliberal.
- El actual paradigmal globalizador promueve grandes transformaciones
a nivel económico y social, pero que aún no se ha traducido en cambios
políticos. El hecho de que no haya formas políticas democráticas adecuadas para
gestionar la globalización, impide que desde la sociedad se pueda luchar por
orientar la globalización en un sentido de mayor justicia social, solidario,
humano y responsable con el medio. Se hacen necesarias transformaciones
políticas que devuelvan el poder a la ciudadanía y que se planteen representar
de alguna forma el conjunto de los problemas de los ciudadanos del planeta.
Además de la pretensión cívica y ética de que la igualdad sustancial de las
personas debe guiar los procesos políticos hacia el cosmopolitismo y la
ciudadanía mundial, en un mundo cada vez más interdependiente cualquier
proyecto viable de ciudadanía debería tender a interpretarse progresivamente a
nivel mundial. ATTAC ha de orientar su lucha, en el terreno político, hacia la
superación de estas estructuras políticas orientadas a la gobernabilidad de las
naciones y hacia el logro de la justicia global ( no exclusivamente nacional).
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En teoría ATTAC se constituye como una asociación de
ciudadanos independientes de partidos políticos y otras formas de
representación política o institucional ( y no necesariamente política; también
de iglesias, grupos de presión....), pero en la traducción real y cotidiana
este principio puede y de hecho se ve cuestionado, en ocasiones, por el hecho
de la legítima doble adscripción de asociados a
ATTAC y a algún partido o grupo de presión. Esto necesariamente lleva a
que en ocasiones las personas afiliadas a partidos políticos puedan tratar,
consciente o inconscientemente, de instrumentalizar a la asociación en función
de intereses partidistas, de sindicatos, iglesias o grupos de presión en
general. No es un fatalismo, sino la realidad, algo con lo que necesariamente
hay que contar.
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En el momento actual, todos los partidos políticos sin
excepción han de atender y tratar de satisfacer en sus programas y en el
ejercicio del gobierno a los intereses de una ciudadanía nacional en la que
prevalece, en mayor o menor grado, el sentido práctico orientado a la
satisfacción del individualismo posesivo, del consumo no responsable, el logro
de la seguridad personal ( y para ello se pide seguridad nacional,
policial,....). Además, por regla general, los individuos administrados no
contemplan en sus acciones cotidianas la colaboración (si la competitividad),
tampoco la responsabilidad y acción política como ciudadanos (si la caridad, el
voluntariado no político y el consumo solidario). Esta es la realidad
fundamental, la gran demanda de gobierno a la que los políticos, si pretenden gobernar,
se dirigen. Esta es otra realidad ante la que nos tenemos que situar
necesariamente y ATTAC está en ello cuando se define como “Asociación de
educación popular dirigida a la acción”, por lo menos a nivel de intención,
pero ésta no se complementa a mi modo de ver con planteamientos más serios que
establezcan las estrategias necesarias para ello.
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A raíz de la participación de ATTAC en Foros sociales y
en plataformas, campañas y otras actividades, debería de haberse llevado a cabo
una mayor reflexión y profundización, en el sentido de cómo orientar la
participación responsable de ATTAC dentro del movimiento altermundista. Mi
forma de pensar es que ATTAC ha de constituir un instrumento hacia la
ciudadanía mundial y la justicia global, pero claro un instrumento no puede ser
un fin en sí mismo (eso les pasa a los partidos que se burocratizan y
jerarquizan y que más que perseguir a estas alturas sus fines originarios
persiguen su propia permanencia, y provecho. Si hubieran de perseguir dichos
fines y actuar coherentemente al mismo tiempo quizá algunos habrían de
disolverse y dejar paso a otros más contemporizadores), un instrumento válido
en este momento, tendría que servir para la reflexión junto con otros actores
políticos altermundistas, para dar salida política a lo que se ha venido
llamando el consenso de Portoalegre. ¿ Está el altermundismo condenado a
disolverse en los Foros y demás eventos y plataformas altermundialistas, como
voz ética y crítica del sistema y sin plasmar alternativas políticas a la
globalización y por lo tanto a ser recuperado como la eterna voz crítica del
sistema? ¿O bien desde su seno van a organizarse y desarrollarse vínculos con
proyección de alternativa política al mismo?
La pregunta a hacernos creo que
sería: ¿Cuál es la estrategia política de ATTAC que más conviene a la causa y a
los fines altermundialistas?
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Tomando como premisa fundamental que ATTAC ha de
ser un instrumento de la ciudadanía altermundista y de búsqueda de la justicia global, ATTAC debería
seguir siendo una asociación internacional de ciudadanos comprometidos con una
visión de hacer política desde lo social, y ello a nivel local y mundial y
tomando como fines los más globales. ATTAC, como asociación, no debería de
constituirse como partido político.
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El que ATTAC siga manteniéndose como una asociación
mundial de ciudadanos, con sus fines particulares (TT, PF, deuda, paz, defensa
de servicios públicos esenciales....) y sus propios métodos “Movimiento de
educación popular dirigido a la acción”, no ha de llevarnos a pensar que la
acción de ATTAC ha de quedarse aquí. Si efectivamente decidimos que queremos
alternativas políticas al sistema actual hemos de comprometernos en ello. Para
esto hemos de converger con el conjunto de los actores altermundistas y buscar juntos
alternativas políticas capaces de luchar por la justicia global. Los foros son
instrumentos necesarios de reflexión, debate y búsqueda de consensos (consenso
de Portoalegre), pero en este momento es necesario que la sociedad civil se
organize en plataformas que a diferentes niveles, desde el local al mundial,
defiendan políticamente dichos consensos.
-
ATTAC ha de buscar, abogar, defender y promover la
acción política y esta sólo puede desarrollarse a nivel global y con
expectativas razonables de éxito, si dicha acción se conjuga entre todos los
actores altermundistas, internacionalmente. Es por ello que independientemente
que ATTAC busque sus propios fines como asociación, ha de “federarse” con otros
actores para establecer plataformas de acción política de consenso a todos
niveles: local, supranacional y global. Que actúen prioritariamente en el campo
de la autoorganización social ( organizándose socialmente y creando
contrapoderes), pero también necesariamente en el ámbito institucional, en
determinadas condiciones y siempre para favorecer el control de las
acciones de los gobiernos y la extensión
de los consensos altermundistas. ATTAC debe de tener como un fin fundamental, y
pienso que dentro de sus estatutos, contribuir a la autoorganización ciudadana,
creando así las condiciones más favorables a esta acción colectiva
altermundista por la defensa de la justicia global y del bien común de la
humanidad.
-
Dicha autoorganización de la vida colectiva debería
llevar a que la sociedad avanzara en el sentido de invertir la relación de
fuerzas a su favor, en este momento a favor del capital y del estado. Debería
de avanzarse colectivamente en las formas de autoorganización que sean
constituyentes de control ciudadano de la política, de los medios de producción
y consumo, de las formas de intercambio, de la publicación de prensa y
comunicaciones libres.... etc. Esto es lo deseable, pero hemos de saber lo que
hemos de ser capaces de poner y de dejar en ello como individuos y como
asociación, pensemos esto bien!. Hemos de tender a supeditar nuestras
procedencias (no significa olvidarlas) y a dar mayor importancia al donde vamos
y cómo lo queremos hacer. Hemos de ser capaces de comprometernos, compartir,
ser dialógicos y no solo con los más afines,....... etc.
-
Al referirme a la necesidad de actuar a nivel político,
es porque pienso seriamente que ATTAC podría defender la creación de
plataformas políticas a nivel local de momento, a otros niveles más adelante (o
ahora depende de las posibilidades) en cuya construcción participaran diversos
actores sociales, individuales y colectivos y que, dado el caso podrían
plantearse presentarse a elecciones en unas condiciones muy definidas,
entre otras podrían ser:
·
Que la premisa fuera que en la lucha pacífica
por un mundo mejor el tránsito de la democracia formal a una democracia
auténtica ha de efectuarse poco a poco, conscientemente y apoyándose en lo que
hay.
·
Que, independientemente de que el
parlamentarismo actual no sirva, la representación (entendida como autentica
representación y no como delegación) es necesaria en el mundo superpoblado,
masificado y desarrollado que hemos heredado.
·
Que es el juego dialéctico entre la democracia
directa y la representativa la mejor visión de futuro para los intereses de la
ciudadanía.
·
Que llevar la causa altermundista, como causa a
defender sobre todas, a una institución de gobierno, (sea ayuntamiento,
gobierno local, gobierno de la nación o gobierno supranacional) sería de por sí
una innovación política de primera magnitud y que serviría como plataforma o
altavoz mediático, como modificador de las agendas políticas a largo plazo,
como posible instrumento educador y modificador de hábitos parlamentarios y
sobretodo sería un modelo a imitar un ejemplo para los ciudadanos al poder
constatar que uno o varios representantes representarían escrupulosamente los
intereses de la ciudadanía y no los suyos propios o los de su partido.
·
Que en todo caso dichos representantes deberían
de representar de momento a los ciudadanos que creen que otro mundo es posible,
y para ello estos ciudadanos deberían autoorganizarse para debatir y efectuar
los mandatos necesarios a sus representantes. Para ello dicha plataforma
política se habría de dotar de unos estatutos escrupulosamente democráticos y
que los representantes elegidos fueran solamente portavoces del conjunto de las
fuerzas representadas (consensos) y en caso contrario revocables. (aquí claro
está habría un vacio legal).
Solamente me
queda refutar los argumentos de los que opinan que ATTAC debe seguir siendo una
asociación que no fomente vías de
representación política institucional como hasta ahora. ¡Claro! ¿Que otra
opinión pueden tener los que pertenecen a un partido político, o devanean con
él, o creen que la actual democracia de partidos, con unas ciertas reformas, es
la solución. Acaso estarían dispuestos a admitir que ciudadanos autoorganizados les hicieran la
competencia en las elecciones, y que se desmarcaran de sus proclamas? ¿Qué otra
opinión pueden tener los sindicatos light’s del primer mundo que viven de las
subvenciones institucionales y que representan fundamentalmente a los intereses
de sus afiliados y cuyas ejecutivas están cada vez más integradas dentro del
sistema real? ¿Y las Iglesias con mayúscula, que siempre han defendido la jerarquía
? ¿Y los banqueros?..etc. Pero, a mi entender, interesa como estrategia
política para devolver el poder a los ciudadanos y eso es lo importante.
Lo dicho, la sociedad se ha
transformado pero falta transformar las formas de hacer política y ponerlas al
servicio de la causa de la ciudadanía mundial. Apliquémonos en ello y pedagogía
mucha pedagogía.
Antonio Fuertes Esteban
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