El día 27 de junio a las 19 h, dentro de la Semana de la dignidad, promovida por organizaciones políticas y sindicales y diversos movimientos sociales y para reivindicar una Renta Garantizada de Ciudadanía para rescatar a las personas, se convoca una gran concentración en Barcelona para reivindicar la no privatización de Catalunya Banc y de Bankia y una banca pública como soporte a los derechos sociales. Se harán diversos actos simbólicos, cortando la Vía Layetana entre la sedes de Catalunya Banc y la sucursal de Bankia junto a Pl. Urquinaona.
Por una Banca pública, ética y social y una Renta de ciudadanía
garantizada para rescatar a las personas
Hoy las clases populares sabemos
que la crisis sistémica actual ha tenido su origen en el sistema financiero y
que el auténtico poder, que es el de la gran banca, está aprovechando esta
crisis para recortar los derechos y avances sociales conquistados durante
décadas de luchas populares y para ello ha puesto a los gobiernos, europeos,
estatales o autonómicos a su servicio.
El aumento del poder financiero
sobre la política y la sociedad se concreta en la generación de un gran
ejército de reserva de 6 millones personas paradas en el Estado español y 850.000
en Catalunya y en el gran aumento de la desigualdad y de la pobreza, mientras
las entidades bancarias acumulan poder y beneficios a costa de la pérdida de
derechos ciudadanos.
Ante este panorama de debacle
social y de sumisión de los gobiernos al poder bancario, se viene efectuando
una reforma del sistema financiero que abolirá la banca de proximidad que
significaban las cajas y que concentrará todo el poder financiero en 5 grandes
bancos, de los que 3 tendrán el 70% del
negocio bancario. Cuando esta reforma
financiera se está efectuando a costa de socavar la democracia y los derechos
ciudadanos propios del Estado social hemos de decir ¡basta!
Evitar la quiebra del sistema
bancario, aparte de los recortes para pagar una deuda en su mayor parte
ilegítima y que se ha traspasado de
privada a pública, ha supuesto al erario público o al conjunto de la ciudadanía
asumir unos riesgos totales de 1,2 billones de euros entre inversiones de
capital - la mayoría de las que podemos considerar perdidas- esquemas de
Protección de Activos, avales diversos del Estado y préstamos del BCE a los bancos al 1 y al 0’25
y ahora 0’15%, de los que también somos avaladores y eso para que con este dinero estas entidades
hayan hecho negocio con la emisión de deuda del Estado,… etc.
La deuda pública es próxima al
PIB del estado, 1 billón de euros. Los intereses pagados anualmente por esta
deuda ascienden a 36.000 millones, más de lo que el Estado dedica a la
educación pública. Si dispusiéramos de una banca pública se podría acceder
directamente a los préstamos del BCE al 0’15 % y los intereses derivados de la
deuda serían mínimos.
Disponer de una banca pública,
ética y con control social significaría la posibilidad de contrarrestar el
oligopolio bancario privado, mediante un servicio financiero de proximidad y al
servicio del bien común. La sociedad podría disponer de un instrumento
financiero público con el que poder vehicular el crédito a medianas y pequeñas
empresas necesario para crear empleo, la
posibilidad de gestionar un parque de viviendas sociales de alquiler o unos
servicios y prestaciones públicas dignas, entre ellas una Renta de Ciudadanía
Garantizada que asegure la subsistencia digna de las personas en Cataluña.
Es un contrasentido depender de
una banca privada para tener que cobrar cualquier ayuda del Estado, esta banca que nos ha llevado a la
crisis-estafa cobra todos sus servicios movido únicamente por su afán de
acumular poder y riqueza; de la misma manera, cobrará sus servicios tanto al
Estado como a los beneficiarios de las ayudas sociales. Son muchas las maneras
como las entidades financieras pueden sacar un provecho de esta situación, ya
sea cobrando unas comisiones a los
poseedores de las cuentas bancarias (imprescindibles, en estos momentos, para
recibir cualquier ayuda), ya sea
especulando con el dinero de las ayudas que el Estado ingresa en la
entidad y que el banco no transferirá de inmediato a sus beneficiarios.
No es posible promover una economía social dependiendo
exclusivamente como ahora de la banca privada, necesitamos una banca pública al
servicio de la sociedad y controlable por ella y sus representantes, esta es
una condición de cualquier cambio social. Es por ello que la sociedad catalana
tiene un reto en estos momentos y es luchar para evitar la privatización de las
cajas nacionalizadas con costes significativos para la ciudadanía, Catalunya Banc
y Bankia y para comenzar, construir con este patrimonio hoy público, la base de
una banca pública ética y social, junto a los activos del Sareb y el FROB.
Hoy la banca privada no garantiza los servicios
financieros necesarios a las personas. Para superar la crisis y poder avanzar
hacia un nuevo modelo económico que rescate a las personas y no a los bancos,
es imprescindible contar con una banca pública, ética y con control social.
Por una banca pública, ética y social al servicio de la Renta Garantizada
de Ciudadanía y de los derechos ciudadanos!!
No a la privatización de Catalunya
Banc y Bankia!! Rescatemos a las personas!!
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