La liberalización y desregulación
de los mercados en un marco de competencia han llevado a la concentración
oligopólica y a la financiarización de una economía globalizada. Las grandes
corporaciones y en especial las finanzas
dominan la economía.
Esta constatación llevó ya a
ATTAC desde su fundación en 1998 a hablar de una dictadura de los mercados
sobre la política y la sociedad, secuestrando y socavando la democracia y a plantear
la necesidad de ejercer desde la política una regulación y control de estos
mercados. Bajo este cometido ATTAC ha ido haciendo, desde entonces, diversas
propuestas. Si bien silenciadas ante el avance del neoliberalismo.
Desde hace décadas sabemos que
las crisis originadas en el mundo financiero provocan grandes transtornos a la
economía y la sociedad. Ya aprendimos las lecciones de 1929 o la actual de 2008
y la secuela de problemas que originan a la sociedad en su conjunto, para el
beneficio de unos pocos detentadores y el papel que estas crisis juegan en la
transferencia de rentas de los más a los menos.
Y sin embargo estas crisis están
anunciadas y marcadas a fuego en los ordenamientos legislativos europeos,
avalados por los parlamentos nacionales, desde hace décadas. CECA, Acta Única,
Maastrich, Niza, Lisboa.
Consideramos necesario un cambio
radical en las políticas institucionales para que pueda revertirse el signo
antisocial de la actual globalización, empezando por Europa, para ello es
imprescindible la construcción de una mayoría social y política de izquierda
que pueda dar el giro democrático y social a las políticas y tratados
neoliberales.
La unión social y política contra
el capitalismo financiero es una exigencia de las clases populares. En este
sentido hay que apelar a las fuerzas sociales y políticas de cambio a que unan
sus fuerzas en un programa de mínimos, antes que debatir sobre sus perfiles de
distinción ideológica. Hoy la contradicción capital- trabajo sigue vigente,
aunque la contradicción fundamental sea ciudadanía-mercados financieros. Los
mercados como agresores de los derechos humanos.
La estrategia popular
necesariamente ha de orientarse a la lucha política por recuperar espacios
democráticos y derechos perdidos, esta pugna será larga y conquistando
posiciones sucesivas, no se visualizan cambios insureccionales que puedan ser
auténticos cambios dado el gran poder de control del actual sistema. El sistema
actual es cambiable en el sentido gramsciano de cambiar de signo la hegemonía
cultural, esto llevará tiempo.
La perspectiva estratégica integral permite la complementación de
alternativas autogestionarias, sociales y solidarias con luchas sociales y
alternativas políticas de forma coordinada, integrando en un proyecto común a
actores políticos y colectivos sociales que persiguen diversos objetivos.
Una estrategia popular por ir
recuperando los espacios democráticos, la dignidad del ser humano, la justicia
social y derechos perdidos, al mismo tiempo que vaya implantando nuevas
alternativas sociales y económicas se ha de construir desde diversos ejes, cada
agente social ha de aportar los suyos y en ATTAC queremos aportar al conjunto
desde estos ejes:
Eje del internacionalismo y cosmopolitismo: La globalización capitalista se desarrolla y afianza en un marco de competencia (divide et impera). Los agentes sociales y políticos de cambio han de orientar la acción hacia la apertura de fronteras físicas, culturales y mentales; mediante la cooperación, armonizando espacios económicos para combatir la competencia y el dumping, federando espacios políticos. El proyecto democrático y social en el mundo global no puede ser nacionalizado, ha de abrirse a lo global. ATTAC estructura su red, consciente de ello, a nivel internacional.
El eje de la cultura cívico-política, de tener opinión formada e informada (medios alternativos, asociaciones educación cívico-política, universidades populares). Este es el eje de acción prioritario de ATTAC, como asociación de educación popular orientada a la acción y al cambio de valores. Es fundamental profundizar en promover la cultura cívico-política capaz de que los sujetos puedan pasar del yo al nosotros, al sentido colectivo amplio, del interés particular al interés general y a la acción política consciente para defender la res publica. Es necesario saber lo que nos une como comunidad de vecinos o barrio, pero es también necesario ayudar a comprender el mundo y enseñar a visualizar que algunos intereses particulares han de supeditarse al bien común del conjunto de la ciudadanía, local o con frecuencia hoy global. Al mismo tiempo asumir que determinados temas políticos solo se pueden gestionar a niveles superiores o globales.
La
estrategia de recuperar las instituciones: Mediante la apuesta
imperiosamente necesaria de crear un ámplio bloque popular y político antineoliberal
avalado por la lucha social y que oriente la lucha política desde las
instituciones europeas a recuperar espacios para la democracia social,
combatiendo el poder de los poderes económicos y derogando las actuales leyes y
tratados antisociales. La primera meta es La construcción democrática de
Europa, derogando su arquitectura neoliberal y promoviendo paulatinamente una
Europa más social, solidaria y democrática.
Afianzar
una estrategia global de lucha contra el poder financiero: Si queremos
recuperar derechos y asentar la democracia es necesario visualizar la forma
actual del capitalismo financiarizado y un proyecto para combatirlo. Medidas
como la auditoria y quita sobre la deuda, la banca pública, la introducción de
impuestos disuasores a la especulación, la abolición de los paraísos fiscales,
las medidas hacia la justicia fiscal y otras han de abrirse paso en la
conciencia y reivindicaciones populares como medio para recuperar los derechos
sociales políticos y económicos. La fiscalidad y las finanzas constituyen un
bien social de primera necesidad.
El eje de
la participación y acción cívico-política como forma de organización y acción
política, democracia participativa y de control ciudadano (parlament ciutadà,
proces constituent…). Es absolutamente necesario ir construyendo estos espacios
de debate y participación política de la ciudadanía.
Eje del internacionalismo y cosmopolitismo: La globalización capitalista se desarrolla y afianza en un marco de competencia (divide et impera). Los agentes sociales y políticos de cambio han de orientar la acción hacia la apertura de fronteras físicas, culturales y mentales; mediante la cooperación, armonizando espacios económicos para combatir la competencia y el dumping, federando espacios políticos. El proyecto democrático y social en el mundo global no puede ser nacionalizado, ha de abrirse a lo global. ATTAC estructura su red, consciente de ello, a nivel internacional.
El eje de la cultura cívico-política, de tener opinión formada e informada (medios alternativos, asociaciones educación cívico-política, universidades populares). Este es el eje de acción prioritario de ATTAC, como asociación de educación popular orientada a la acción y al cambio de valores. Es fundamental profundizar en promover la cultura cívico-política capaz de que los sujetos puedan pasar del yo al nosotros, al sentido colectivo amplio, del interés particular al interés general y a la acción política consciente para defender la res publica. Es necesario saber lo que nos une como comunidad de vecinos o barrio, pero es también necesario ayudar a comprender el mundo y enseñar a visualizar que algunos intereses particulares han de supeditarse al bien común del conjunto de la ciudadanía, local o con frecuencia hoy global. Al mismo tiempo asumir que determinados temas políticos solo se pueden gestionar a niveles superiores o globales.
ATTAC comparte otros ejes de lucha con
otros movimientos sociales y políticos a nivel transversal (igualdad de género,
ecología, economía social y solidaria, antimilitarismo, soberanía alimentaria…etc,
) pero hoy he querido hacer énfasis en estos.
Antonio Fuertes Esteban
ATTAC Acordem
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