Antonio Fuertes Esteban. ATTAC Acordem
Texto de la intervención como ATTAC Acordem en el 1er Foro del Sur de Europa.
La
Unión Europea se ha construido como espacio financiero sin fronteras y sin
autoridad reguladora como tal, por lo tanto descontrolado, al BCE no se le
otorgan atribuciones en este sentido. Dejando el sistema financiero europeo al
arbitrio de los mercados.
Las
políticas comunes neoliberales de los tratados de la UE han sido firmadas y
ratificadas por los estados sin apenas debate. Estas han prescrito la absoluta
libertad en los movimientos de capital en el interior y con el exterior de la
UE. Al mismo tiempo dichas políticas permiten y avalan la actividad opaca de los paraísos fiscales del entorno europeo,
conectados al servicio del poder global de las finanzas y las corporaciones
globales.
Estos
paraísos fiscales hacen vulnerable a la UE y a sus países miembros, reduciendo
los ingresos públicos mediante la evasión fiscal; generando abusos
especulativos y proveyendo la banca en la sombra fuera de cualquier tipo de
supervisión, con lo que provocan inseguridad financiera y crisis e incentivan
la corrupción política, el terrorismo y
la delincuencia organizada e incontrolada.
La
UE permanece impasible y no controla en su territorio de soberanía política a
los poderes económicos transnacionales, poniendo la opacidad de sus paraísos
fiscales a su servicio. Permite a 3 paraísos fiscales en su seno y no regula su
relación con los otros 7 territorios paraísos fiscales del espacio económico europeo,
manteniendo con ellos acuerdos económicos y comerciales preferenciales mientras
que estos compiten deslealmente con los demás países de la UE. Ello solo tiene
un objeto: Poner a la UE al servicio de las corporaciones transnacionales y no
de las personas. Las políticas favorables a los centros offshore suponen
consecuencias nefastas para sus estados miembros y socaban sus capacidades para
atender las demandas de su ciudadanía.
Los
paraísos fiscales constituyen un obstáculo insalvable para una construcción
política y económica europea de carácter autónomo, soberano y democrático, de
aquí que la lucha social y política por su erradicación sea tan necesaria. Sin
embargo y a pesar de ello, hoy todos los gobiernos de la UE y la propia UE
reconocen la legalidad del ordenamiento jurídico de los territorios offshore,
que albergan el secreto bancario, las sociedades instrumentales y filiales
bancarias, los trust o fideicomisos y los vehículos especiales de in versión
como figuras jurídicas propias al servicio de los capitales móviles y las
corporaciones.
La
ciudadanía europea organizada, que ve impotente como se están perdiendo los
derechos económicos y sociales adquiridos con los efectos de la crisis como
única escusa, ha de reaccionar y movilizarse en Europa para cuestionar lo que
está en la base y es la causa de su pérdida de derechos, aquellos instrumentos
de las finanzas que constituyen armas a su servicio para imponerse a la
soberanía de los países.
Los
paraísos fiscales son junto al desarrollo imparable de la especulación, la
generación de la deuda pública ilegítima para el salvamento de los sistemas
financieros, la privatización y concentración casi total del sistema bancario y
el ataque a los sistemas fiscales, las principales armas de destrucción masiva
que socaban la democracia en Europa e impiden que pueda construirse una
economía al servicio de la sociedad. Lo que es descorazonador es que sean los
gobiernos elegidos por el pueblo los que han legislado las políticas que hacen
posible el desastre.
Las
políticas que desde la cumbre del G-20 en Londres se han desarrollado
internacionalmente, con el pretexto de implementar medidas para abolir los
paraísos fiscales, han constituido una auténtica burla a la ciudadanía, una cortina
de humo que ha hecho posible que dichos territorios offshore hayan adquirido
visos de honorabilidad al desaparecer de la lista de paraísos fiscales de la
OCDE, cuando en realidad no ha cambiado sustancialmente su funcionamiento.
La
sociedad organizada ha de pedir a las fuerzas políticas de cambio en Europa que
desplieguen la bandera contra los paraísos fiscales en la UE y al mismo tiempo
organizarse para exigir medidas a los gobiernos para combatirlos a nivel local:
- Los partidos de la izquierda europea tienen la
responsabilidad de abanderar el combate contra los paraísos fiscales en Europa
y la UE y la sociedad europea ha de requerirles y organizarse para ello.
- Combatir el secreto bancario en Europa es un imperativo
democrático. Para ejercerlo las instituciones políticas de la Unión Europea han
de reconsiderar la relación de trato preferencial hacia estos países en el caso
que no cambien su corrosivo sistema jurídico offshore.
- Es ineludible en el corto plazo introducir en la
agenda política europea la necesidad de realizar acuerdos bilaterales efectivos
de intercambio automático de información desde la UE con estos territorios. Las
autoridades tributarias o judiciales han de poder reunir la información
necesaria en el ejercicio de sus funciones democráticas.
- Desde la UE se habría de promover activamente a
nivel internacional el debate hacia el cambio en las normativas contables de
las sociedades, que haga posible que las sociedades transnacionales paguen a
las haciendas locales por sus beneficios en cada uno de los países en que
operan.
- Las autoridades gubernamentales y parlamentos
Europeos y estatales han de promover medidas legislativas para que desde las
administraciones no se contrate con aquellas empresas que tengan sociedades
instrumentales ubicadas en paraísos fiscales.
- El recurrido tópico sesgadamente interpretado de la
unión fiscal, ha de comenzar por acuerdos fiscales hacia la armonización en la
UE y espacio económico europeo, eso resulta imposible con los paraísos fiscales.
La
lucha para la abolición de los paraísos fiscales, agujeros negros de las
finanzas, es un imperativo democrático,
ecológico y social y este foro debería de realizar una declaración en este
sentido.
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