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Estos días Europa discute sobre si imponer, o no, el impuesto a las transacciones financieras, más conocido como Tasa Tobin. Antonio Fuertes, presidente de ATTAC Acordem, nos explica como nos afectaría su aplicación y qué beneficios sociales podría suponer para el Estado español y Europa.
¿Por qué unos quieren que se aplique y otros no?
Hoy la especulación financiera sobre todo tipo de activos ha convertido la economía capitalista en un casino virtual en el que bancos y otros actores financieros como grandes aseguradoras, fondos de pensiones, o fondos de inversión o de alto riesgo, fondos soberanos,..etc, apuestan cada día para obtener beneficios inmediatos. La economía virtual se ha impuesto sobre la economía real, que es la que tiene como base la producción, distribución y consumo de bienes y servicios y son los intereses de los grandes grupos de inversores especulativos los que dominan la economía y la política habiendo desplazado claramente a los gobiernos del poder en la toma de decisiones autónomas.
Hay que leer los movimientos de rechazo a la lógica necesidad de una mayoría de gobiernos de controlar los mercados financieros y salvar así su economía, como los que tienen lugar bajo la presión de los bancos de inversión que nadan como peces en el agua del casino, los lobbies financieros y las grandes plazas de las finanzas, especialmente Wall Street y la City de Londres. Estos lugares proveen de una buena parte del PIB a sus países y sus gobiernos defienden las ganancias financieras que en ellos tienen lugar, por eso se oponen a mecanismos de control como el ITF.
¿En qué medida podría ayudar a combatir o desinsentivar la especulación financiera?
La decisión de Richard Nixon en 1971 de acabar con la paridad dólar-oro, lleva a una gran flotabilidad de las monedas, inestabilidad en los mercados de cambio de divisas y vía libre a la especulación. Esto llevó a James Tobin en 1972 a proponer un Impuesto que sea regulador y disuada la especulación en el corto plazo, inicialmente con un tipo del 0,5% al 1% y más tarde con un 0’1%. Para Tobin, este impuesto significaría que los gobiernos pudieran llevar a término políticas económicas autónomas y soberanas.
Ignacio Ramonet en 1997 y ATTAC recuperan la propuesta de Tobin para acabar con los padecimientos sociales que se originan con la especulación en los mercados asiáticos de monedas y otros. Propone el impuesto a las transacciones cambiarias (ITC). El primer objetivo de este impuesto es disuadir los movimientos de capital especulativos con monedas en el corto plazo, pero sin afectar los dirigidos a la inversión productiva en el largo plazo. El segundo objetivo es recaudar un fondo por financiar necesidades más urgentes y desarrollo de los países del sur.
Sin embargo hoy la especulación ha ganado nuevos espacios en las finanzas. La libertad absoluta en los mercados de capital y la desregulación bancaria y financiera, suponen que las finanzas puedan pasar de unos mercados y unos activos a otros, solo guiados por el máximo beneficio en el corto plazo. Los inversores financieros institucionales distribuyen sus capitales especulando con valores, divisas, bonos, deuda de los estados, mercados de futuros de los alimentos, combustibles o bienes básicos, todo bien es especulable. Ello sin la más mínima consideración hacia los efectos nocivos e incluso criminales que la especulación provoca en el mundo. El ITF que hoy proponen diversos agentes: de la sociedad civil, ONG y movimientos sociales, transciende la Tasa Tobin y el ITC y pretende imponerse a las transacciones sobre todo tipo de activos especulativos en el corto plazo. Algunos gobiernos europeos y la propuesta de directiva de la Comisión europea, ahora no son tan ecuánimes y hablan de imponerlo excepto a las divisas y con tipos muy reducidos, no obstante por algo hemos de empezar a considerar la viabilidad de impuestos internacionales.
El que el ITF ayude a desincentivar la especulación financiera dependerá de los tipos impositivos que se apliquen y las bases a las que se apliquen. Si se aplican sobre unos productos de especulación y sobre otros no, los inversores simplemente trasladarán sus operaciones de los mercados más regulados a los menos, todos los mercados posibles de especulación han de ser gravados. Por otra parte muy pequeños tipos, como los que se plantea la Comisión pueden servir para recaudar fondos con los que enjuagar deudas, pero no para disuadir a los especuladores.
Añadimos en ATTAC un requerimiento totalmente necesario para combatir la especulación. Para que el ITF sea eficaz, se han de promover medidas legales y administrativas para lelamente contra los Paraísos Fiscales. El secreto bancario de los paraísos fiscales o Centros financieros extraterritoriales, puede atraer fácilmente capitales que actúen desde allí aprovechando el secretismo, en diversas plazas y mercados financieros evitando el control, especialmente en los mercados de derivados extrabursátiles.
¿Es verdad que podría producir un efecto negativo en los bancos?
Bajo el punto de vista de ATTAC, alguna vez habrá que empezar a que el casino acabe y la banca no gane siempre en detrimento de los Estados y la ciudadanía. Medidas como el ITF o el impuesto a las ganancias bancarias son necesarias para empezar a establecer un control sobre la economía. Igual que se ha inyectado liquidez a la banca sin parar estos últimos años, o el Estado se ha hecho cargo de parte de sus activos tóxicos, se debería comenzar a pensar en salvar a la ciudadanía, para eso ATTAC tiene una receta necesaria, la banca pública, ética y con control social, todo lo que se ha venido invirtiendo en salvar los bancos se debería haber empleado en nacionalizarlos, al menos los afectados y rescatados. Los Estados hacen lo contrario, siguen potenciando al poder financiero, ahora las cajas están en proceso de privatización y bancarización avanzado.
¿Qué podría pasar si se aplicara la Tasa Tobin a nivel europeo?
Los estudios del Instituto Austriaco de Economía o el propio de la Comisión Europea para la elaboración de la propuesta de directiva sobre el ITF, hablan de la viabilidad del ITF en Europa. En ATTAC consideramos que Europa tiene mercado más que suficiente para afianzar el comercio y que los capitales no se desvíen, en todo caso el ITF disuadiría de invertir en Europa a aquellos agentes de carácter más especulativo, que constituyen las termitas de la economía que realmente importa, la productiva. En realidad Europa saldría reforzada en cuanto daría mayor confianza a los capitales productivos y autonomía a los Estados.
¿Podemos hacer una estimación aproximada del dinero que se podría recaudar y cómo podría ayudar a las "arcas" del estado español.
La Comisión Europea propone que cada Estado miembro fije los tipos de imposición, estableciéndose un tipo mínimo armonizado del 0,1% de la base imponible, aplicable a todas las transacciones financieras excepto las de divisas que se exoneran y salvo las transacciones relacionadas con contratos de derivados, para las que el tipo sería del 0,01 %. El impuesto sería aplicable a partir del 1 de enero de 2014. La Comisión estima que, dependiendo de las reacciones del mercado, esta propuesta podría producir unos ingresos fiscales anuales de hasta 57 000 millones de euros.
Se puede estimar que si se incluyen las transacciones en divisas como defiende ATTAC (también al 0,1%) probablemente se llegaría a los 100.000 millones de euros anuales.
Para España las estimaciones están en 9.000 millones sin divisas, cifra que podría llegar a los 16.000 millones con ITF sobre divisas, al 0’1%. Esta cifra serviría para cubrir los 16.500 millones que Rajoy anunció recortaría en 2012 en el debate de investidura. Pero también contribuiría perseguir el fraude fiscal que es de 44.000 millones.
Antonio Fuertes Esteban
Presidente de ATTAC ACORDEM
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