sábado, 7 de julio de 2018

Los verdugos de la política combaten la Tasa Tobin



 Antonio Fuertes Esteban. ATTAC Acordem

Este año 2018 hace 20 que se creó en Francia ATTAC, movimiento de ciudadanía contrario a la Mundialización neoliberal y por otro Mundo posible. Surge en Francia como respuesta a los perversos efectos de la Globalización financiera. Como respuesta de un estado de opinión entre académicos, profesionales y ciudadanía crítica, estado que mueve opiniones como la de Ignacio Ramonet en su artículo “Desarmar los mercados” en 1997. Recordemos:

“La mundialización – cuyo principal motor es la optimización a escala planetaria del capital financiero – está poniendo a los pueblos en estado de inseguridad generalizada y el resultado es que las sociedades existentes son sociedades sin poder”. El desarme del poder financiero debe convertirse en un objetivo de interés cívico de primera magnitud “…….. ““Es urgente arrojar algunos gramos de arena en el engranaje de estos movimientos de capitales devastadores. De tres formas: supresión de los “paraísos fiscales”; aumento de la fiscalidad en las rentas del capital; aplicación de tasas sobre las transacciones financieras”…….. “El impuesto sobre las rentas financieras es una exigencia democrática mínima, Por ello es importante poner en marcha mecanismos disuasorios como la Tasa Tobin, gravando todos los intercambios de divisas en un 0’1%, esto afectaría sobre todo a las transacciones en corto que no tienen como objeto intercambios productivos, sino la especulación con las monedas aprovechando la fluctuación en  los tipos de cambio”…….. “¿Por qué no crear (a escala planetaria) la Organización No Gubernamental Acción por una Tasa Tobin de ayuda a los ciudadanos (ATTAC)? En coordinación con sindicatos y asociaciones con finalidades culturales, sociales o ecológicas, podría funcionar como un formidable grupo de presión cívica ante los gobiernos para impulsarles a reclamar finalmente la puesta en marcha efectiva de este impuesto mundial por la solidaridad?”

De la experiencia pasada le fue fácil deducir que los mercados financieros desregulados acaban siendo armas de destrucción económica y social masiva.

En octubre de 1929 en dos dramáticas sesiones, se hundió el valor de las acciones en la Bolsa de Nueva York, lo que provocó el Crash financiero que supuso la Gran depresión de los años 30, extendiéndose a Europa y cultivando las condiciones económicas y sociales que abonaron la Segunda Guerra mundial. El desarrollo de la burbuja se gestó desde 1927 y en el origen estaban las condiciones crediticias que permitían invertir en bolsa sólo con un 10% de cobertura y un apalancamiento crediticio hasta del 90%.

En 1933 John Maynard Keynes, propone establecer un pesado impuesto de estado contra las transacciones financieras de todo tipo, especialmente las especulativas que se desarrollan en el corto plazo. Dice Keynes “la falta de liquidez crearía un serio obstáculo a la inversión productiva, pero la existencia de esta liquidez, dado que estimula la especulación, hace de la inversión productiva el subproducto de la actividad de un casino y no el objeto de una selección rigurosa según los criterios de rentabilidad productiva”. ¿Cómo se puede salir de este dilema? Si bien no se puede erradicar la liquidez, Keynes propone reducirla. Dice que las transacciones especulativas, en beneficio público, han de resultar inaccesibles y caras. Propone entonces un impuesto a las transacciones financieras, que tendría un efecto estabilizador sobre los precios de los activos financieros y mejoraría el crecimiento económico y el empleo. Esta medida de un ITF no es asumida por la comunidad internacional, aunque tampoco fue necesario durante la gran depresión, dado la debacle financiera y de las transacciones. Después del Crash los índices bursátiles no volvieron a valores comparables a los anteriores de 1929 hasta 1954.

Antes de acabar la Segunda guerra, en 1944, las potencias occidentales se reúnen en Bretton Woods y elaboran las bases del sistema económico, financiero y monetario de post-guerra. Se toman medidas para establecer marcos reguladores y controles a las economías nacionales y al comercio e inversiones a nivel internacional. A nivel financiero-bancario se refuerza con controles la Ley Glass–Steagall de 1933, por la que se quiso prevenir una nueva crisis financiera como la de 1929, separando la banca de depósitos de la banca de inversión para evitar los grandes flujos financieros fuera de control. El Estado se reservaba la posibilidad de ayuda a la banca de depósito en caso de déficit, pero no así a la banca de inversión que había de cargar con la responsabilidad absoluta sobre los resultados de sus inversiones.

Con Bretton Woods EE.UU se erige como principal garante y beneficiario del nuevo patrón monetario. Se impone el oro como valor reserva y paralelamente la paridad dólar-oro, que garantiza la prevalencia del dólar en el sistema internacional. El principal acuerdo firmado en Bretton Woods fue el de mantener todos los tipos de cambio fijos con respecto al oro. En la práctica, los tipos de cambio permanecían fijos con respecto al dólar y este era convertible en oro a una tasa fija de 35 dólares por onza. Esta situación le dio a Estados Unidos dos grandes ventajas. Por un lado, obtuvo grandes ganancias derivadas de producir los dólares que se usaban en todo el mundo. Por el otro lado, Estados Unidos pudo permitir mantener un déficit en balanza de pagos por un largo periodo. Sin embargo a finales de los 60 la cobertura de dólares en oro de EE.UU pasó del 55% de cobertura en oro al 22%, Estados Unidos tuvo que imprimir dólares muy por encima de sus reservas oro para hacer frente a gastos extraordinarios. Y es por ello que EE.UU abandona en 1971 el sistema de Bretón Woods, básicamente lo que hace es suspender pagos cuando necesita sufragar gastos extraordinarios. (Gran sociedad de Lyndon Jhonson, Guerra Vietnam). Lo hace Nixon en agosto de 1971 aboliendo el sistema de paridad que significa simplemente in-pagar, dejar de dar oro e imprimir dólares que no eran convertibles.

Así que a partir de 1971, con la pérdida de la paridad, EE.UU hace frente a sus necesidades financieras imprimiendo dinero sin cortapisas. El automatismo que tenía el oro para ajustar los déficits exteriores y la inflación desaparece. A partir de ahora los países pueden acumular déficits exteriores enormes impensables en el anterior sistema de patrón oro. La pérdida de convertibilidad dólar-oro supone por otra parte fluctuaciones imprevisibles en los tipos de cambio, inestabilidad de las monedas y campo libre a la especulación. EE.UU acaba con el sistema de Bretton Woods unilateralmente e inicia el camino de transformación de la economía, buscando atraer capitales a su novel industria financiera.

Los inversores financieros tienen la necesidad de diversificar los riesgos, “no poner todos los huevos en la misma cesta”, y para ello han de diversificarse las inversiones y liberalizar los mercados para poder pasar sin riesgo de unos activos a otros. Para facilitar el pasar de unos mercados a otros a lo largo de todo el Mundo se promueven legislaciones en todos los países durante los 70 y 80 que suponen la absoluta liberalización de los mercados de capital y de cambio. Mientras en el mercado interior se suprimían las restricciones al crédito bancario y a los topes de las tasas de interés por parte de los estados.

La liberalización del mercado de capitales promueve una economía internacional fuertemente especulativa que cambia la naturaleza misma del mercado. El motivo de la especulación se impone a los motivos iniciales de favorecer las transacciones y al de precaución. Algunos autores sitúan el inicio del proceso de globalización financiera en la medida de abandono de la paridad dólar-oro, en 1971. Es sobre estos cimientos que las políticas neoliberales – iniciadas en EE.UU en los 70, aplicadas a las finanzas mediante la libertad absoluta de los mercados de capital, la desregulación de los mercados e instituciones financieras y la progresiva privatización y concentración oligopólica del sistema bancario – mutan la existencia del capitalismo (que no la esencia), en el nuevo marco de la globalización real, de carácter financiero. Se habla así de financiarización de la economía.

Nada de esto hubiera pasado si en 1972 la comunidad internacional hubiera valorado adecuadamente la receta de James Tobin que pretendía impedir que los estados perdieran capacidad para implementar políticas autónomas, ante las finanzas descontroladas. Esta receta era la llamada Tasa Tobin, un impuesto para disuadir la especulación cortoplacista sobre los tipos de cambio en los mercados monetarios, reactivando así la capacidad de los bancos centrales para intervenir en los mercados de divisas. Propone en 1972 poner obstáculos a la excesiva movilidad de capitales mediante la aplicación de un impuesto a las transacciones de cambio en monedas, Tasa Tobin. Es lo que llama echar algunos granos de arena en los engranajes demasiado bien lubricados de las finanzas internacionales. Su intención no fue recaudatoria sino establecer un cortafuegos a la especulación financiera, disuadiéndola.

Sin embargo no se actuó a tiempo y el proceso iniciado en 1971 de financiarización de la economía, propio de la llamada Globalización financiera, dura dos décadas de medidas neoliberales acumulativas sobre las finanzas:  Eliminación barreras proteccionistas. Supresión controles de capital y de cambio, EE.UU (1974). La OCDE presiona para suprimir el control de capitales en todo el Mundo, lográndose así la afluencia capitales a Wall Street. Se liberalizan los tiempos interés (1979). Desregulación bancaria. Fin de tributación en origen (Reagan 1982). Reformas en las bolsas y sobre el mercado de valores. Integración global mercados de capital en los 80s. Desintermediación bancaria y paulatina evolución de los bancos comerciales a bancos de inversión. Creación de dinero bancario a través depósitos a la vista. Grandes bancos orientan  sus actividades a la banca privada y el offshore. Se promueve la independencia de bancos centrales y el abuso de titulización y apalancamiento, la ingeniería financiera y los productos derivados. Clinton en 1999 rubricaba delante los bancos la gran capitulación, por medio de la Gramm-leach-Bliley Act, abole la ley Glass Esteagall que separaba los bancos de depósito de los de inversión.

El descontrol generalizado de los mercados financieros ha ido provocando burbujas especulativas sobre activos diferentes en cada momento. La crisis de 1994 en México provocó la devaluación del Peso. En 1997 la especulación sobre el Bath tailandés provocó la devaluación a la mitad de su valor, esto fue el origen de una profunda crisis económica y social en el Este asiático que recaló sobre las economía mundial por “efecto dominó”. En 2001 la quiebra de los valores de la Nueva economía originó la llamada Burbuja puntocom, que significó el inicio de una recesión y mientras esto sucedía se iniciaba una nueva burbuja especulativa que tenía como base los títulos hipotecarios sobre la adquisición de vivienda en EE.UU (subprime) y en otros países ( Irlanda o España). La explosión de los derivados empaquetados con títulos subprime, dio lugar en 2008 a lo que hemos denominado Gran recesión y 10 años de crisis sistémica capitalista de la que no hemos salido, ya que el nivel de empleo se ha equilibrado en base a trabajo temporal, precario y sueldos de pobreza. Las desigualdades se han disparado y los servicios y prestaciones sociales propios del estado de derecho han sufrido importantes recortes. En 2008 los inversores decidieron trasladar su ámbito especulativo a otros sectores, como el de los bienes básicos o los alimentos. La especulación sobre este último sector creó grandes malestares en 2008 y en 2011 en países como México, Haití, y diversos países latinoamericanos o africanos, habiéndose sucedido las revueltas por el precio abusivo de los alimentos más básicos. Ningún posible bien o servicio queda hoy libre de la acción especulativa de los bancos, fondos de inversión u otros grandes inversores internacionales. Estamos contemplando cómo los llamados “fondos buitre” especulan comprando suelo urbanizable, fincas enteras para alquiler turístico en España o compran la deuda soberana de algunos estados para posteriormente ser exigentes en sus plazos de cobro, si es necesario llevando a los estados a los tribunales. Estamos viendo como estos fondos recalan en el accionariado de hospitales, tienen tomada la llamada “prensa libre” o compran grandes empresas para seccionarlas “sanearlas” despidiendo mano de obra no necesaria y venderlas luego a pedacitos a los mejores postores oligopólicos, es un claro ejemplo de lo que ha pasado, no solo con empresas comerciales, sino también con algunos bancos, aunque lo más frecuente es que la re-estructuración bancaría haya significado la absorción de bancos pequeños por los sistémicos a precio de saldo.

No se si a estas alturas ya nos vamos enterando de las magnitudes de las que estamos hablando y de las consecuencias que este capitalismo de casino reporta a las sociedades. Pero ¿Qué se ha hecho para remediarlo desde la sociedad civil y las instituciones?

ATTAC se funda en Francia hace 20 años, en 1998, y ahora es una red de ciudadanas y ciudadanos en países de Europa, América, África y Asia. Desde su inicio abanderó la Tasa Tobín, hoy ITF sobre todo tipo de transacciones financieras, y diversas ONG,s, sindicatos y otros colectivos locales se fueron uniendo a partir de 2005 a esta iniciativa para desarmar los mercados. Como consecuencia de la presión de la sociedad civil durante una década han tenido lugar a distintos niveles de gobierno iniciativas legislativas que fundamentalmente han fracasado, fundamentalmente por falta de presión popular y de voluntad política para hacerlas realidad. En 2010 se aprueba en el Parlamento Europeo una moción por un ITF, presentada por la parlamentaria socialista griega Anni Podimata, consigue su aprobación y es el inicio de un proceso fallido en el que se ha constatado, con toda su crudeza, quien manda en la Unión Europea, los lobbies financieros que defienden el interés de las grandes corporaciones. La primera directiva sobre un ITF en la UE redactada por la Comisión Europea ve la luz en 2011, con un impuesto sobre acciones y bonos del 0’1% y a los derivados de un 0’01%. Si bien muchos lo tachamos de insuficiente para lograr disuadir la gran especulación financiera, lo saludamos positivamente como primer paso para ir introduciendo en las agendas políticas y ciudadanas el debate sobre este impuesto internacional a la especulación.

La directiva de 2011 sobre un ITF en la UE no prospera por la fuerte oposición interna de países, que, como Gran Bretaña o Luxemburgo tienen en la industria financiera una fuente de ingresos considerable. Para salvar en lo posible este impuesto, en 2013 se lleva adelante un proceso de cooperación reforzada en el que 11 países de la UE logran que la Comisión vuelva a redactar otro marco legislativo para estos 11 países. Las medidas de esta directiva restringida ya habrían de haberse puesto en marcha a día de hoy, pero la gran presión de los lobbies financieros de Bruselas sobre los gobiernos provocó un nuevo fracaso, unido a las desavenencias por la extensión de la base imponible de este impuesto. Francia e Italia “tiraron por la directa” y adoptaron mediante tibios ITF particulares medidas unilaterales de carácter fundamentalmente recaudatorio. España rechazó en sede parlamentaria la propuesta de Unidos Podemos de lanzar su propio ITF. La situación actual del impuesto es dramática, las sucesivas reuniones del ECOFIN (Reunión de ministros de economía y finanzas de la UE) han ido aplazando la puesta en marcha de este impuesto. La próxima presidencia de la Unión Europea de Austria, un país al que se había delegado el banderín del ITF en Europa, pero que ha cambiado recientemente su gobierno por uno de derecha-extremaderecha y euroescéptico, hace presagiar lo peor.

Actualmente la especulación, que constituye la base de lo que Keynes llamaba “economía de casino” mueve importes diarios 80 veces superiores a los que se mueven dentro de la economía real (la que se centra en la producción, distribución y consumo de bienes y servicios). El beneficio de las corporaciones era estimado, en un estudio de “Economistas frente a la Crisis” valoraba en 2014 que dentro del balance de las empresas transnacionales en el Mundo, los beneficios de su actividad especulativa multiplican por 29 el de su actividad productiva. Estos datos serían meras cifras si no fuera porque esta situación socaba el poder de presión de los trabajadores mediante la huelga como instrumento de lucha sindical. Unos sindicatos que no han comprendido que acabar hoy con la explotación financiera especulativa sobre el mundo del trabajo es tan vital como el derecho a huelga para combatir la explotación laboral. Los sindicatos de trabajadores, partidos políticos de izquierda y ciudadanos críticos en general han de actualizar su diagnóstico en algunas ocasiones, pero sobre todo sus respuestas. El paradigma fordista, hace décadas extinguido, no puede ser el que siga alimentando las respuestas organizadas al capitalismo, capitalismo hoy global y financiarizado. Combatir la dictadura de los mercados dentro de la actual globalización neoliberal plantea hoy retos de análisis y acción social y política colectiva extraordinarios.

Hay que acabar con la industria financiera especulativa y con su mayor base operativa, la opacidad de los refugios fiscales. Para ello hay que luchar a nivel internacional por un ITF que disuada la especulación cortoplacista con todo tipo de activos. La apuesta de Ignacio Ramonet para crear un fuerte movimiento cívico-político para desarmar los mercados tiene ahora más vigencia que nunca y desde la política ha de ser un objetivo de primera necesidad.

El capital ha ido construyendo el laberinto en el que las sociedades hemos quedado prisioneras sin darnos cuenta, endeudados, sin rumbo ni referencias conocidas a las que agarrarnos. Lo más deprimente es que han logrado que nuestros representantes políticos sean, mayoritariamente, los “mayordomos” que cuidan del laberinto. ¿Cómo explicamos a la gente que ha quedado atrapada en un complejo laberinto financiero, habitado por el minotauro de la austeridad que se alimenta de sacrificios humanos, que sólo enfrentándonos al constructor del laberinto, el capital financiero, lograremos salir? Muchos prefieren soslayar esa titánica tarea, en la sociedad de la competencia, cada cual busca su nicho de redención, temerosos de afrontar el reto político que los tiempos requieren: Abordar la contradicción fundamental hoy y aunar a la ciudadanía en la lucha política contra el capital financiero. Mientras el poder del dueño del Laberinto crece cada día, conforme el laberinto se complejiza.

Se cumplen 20 años de la fundación de la Asociación ATTAC para la tasación de las transacciones financieras y la acción ciudadana y 10 años del Crash de Lehman Brothers que supuso el inicio de la actual crisis sistémica. Tomemos buena cuenta de los orígenes de esta y otras crisis y de las formas posibles de enfrentarnos a ella, el futuro de la humanidad y el planeta están en juego. Hemos de arrebatar la política de las manos de sus verdugos, los mercados financieros.

Este artículo está lleno de referencias de un artículo anterior del autor


sábado, 23 de junio de 2018

Consideraciones para recuperar las finanzas



ATTAC ACORDEM

A.- Situación actual de las finanzas:

Las finanzas constituyen el suministro dinerario necesario para la economía de mercado. En una democracia, la economía habría de servir a los intereses de las personas y las finanzas habrían de reunir un conjunto de principios y controles democráticos. Sin embargo, las finanzas capitalistas se han constituido al servicio de las grandes corporaciones y capitales, antes que de las sociedades en su conjunto.

El ordenamiento financiero de la UE se rige por unos principios básicos: Principio de maximización de las finanzas privadas, o de privatización. Principio de competencia (en principio libre y no falseada, aunque en la práctica no sea así). Principio de libertad absoluta de movimientos de capital y por la opacidad para las grandes transferencias de capital.

La desregulación de la economía a partir de finales de los 70 rompe con los controles sobre el mercado y capitales que existían desde la posguerra y la liberaliza. Con el neoliberalismo las finanzas adquieren enorme proporción sobre el conjunto de la economía y se hacen autónomas de ella, llegándose a la hiperinflación financiera y a un descontrol generalizado. Este descontrol alimentó la crisis financiera de 2008 y la posterior recesión económica, que continuamos sufriendo.

El sistema bancario:

El sistema bancario en España es hoy mayoritariamente privado, a excepción de Bankia y de la Sareb. Heredamos de la dictadura diversos bancos públicos que estuvieron al servicio de su etapa expansiva desarrollista y que puestos al servicio de la democracia hubieran podido ser en potencia fuente de desarrollo y bienestar para la ciudadanía, pero los gobiernos del PSOE primero y después fundamentalmente del PP los fundieron y privatizaron en la operación BBV-Argentaria. El gobierno del PP promueve asimismo medidas que suponen obstáculos a la democratización financiera que significa la existencia de entidades de crédito cooperativas y/o solidarias.

Posteriormente, en 2013 y después de un periodo de reestructuración paulatina, la Ley de Cajas de Ahorro y Fundaciones Bancarias transformaba a las Cajas de proximidad en fundaciones bancarias privadas, con las características generales de los bancos actuales y como estos con la posibilidad de concentrar las competencias como banca de ahorro y banca de inversión en las mismas entidades. El objetivo de la reestructuración del sistema bancario español en su conjunto viene marcado desde instancias de la UE y tiene como objeto converger en 5 o 7 grandes entidades sistémicas que supongan más del 90%, sino la totalidad del negocio bancario.

Desde el momento en que se gestó la crisis, hasta la actualidad, la escasa vigilancia supervisora del Banco de España sobre el desarrollo de la burbuja financiera y sobre los procesos de fusión y bancarización de las cajas de ahorro ha sido determinante en la crisis del sistema financiero, sobre una base, claro está, de desregulación y liberalización del sector consecuente con las directrices de la UE y las nimias normas reguladoras internacionales de Basilea II y III.

Las normas de regulación internacionales del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, constituyen un uso desproporcionado del mecanismo de reserva fraccionada de los bancos, estableciendo entre un 6 y un 8% la reserva de “core capital” que los bancos han de poseer en caja del total del valor de los activos emitidos. Siendo este un mecanismo clásico del ilícito enriquecimiento de los bancos con la base de los depósitos de la ciudadanía, no es menos cierto que la mayoría de bancos tampoco cumplen con estas mínimas normas regulatorias establecidas desde Basilea, las propias normas contables se lo posibilitan.

El mecanismo de reserva fraccionada se produce desde la propia creación del sistema bancario y está originado por el mero hecho de la existencia de instrumentos financieros diversos, uno de los cuales es el papel moneda y otros los diversos títulos que los bancos emiten, creando dinero bancario, no dinero moneda que es competencia en Europa del BCE. La desregulación ha supuesto la búsqueda continua de liquidez de las entidades financieras, haciendo uso para ello del exceso de titulización y aprovechando los bajos tipos de interés y la falta de límites al apalancamiento crediticio. El abuso de productos financieros derivados ha creado una profunda inestabilidad en las finanzas mundiales. Muchos de ellos, productos tóxicos, han llevado al Crash de 2008 y una profunda recesión que supone desde hace años profundas heridas a nivel social, aumento del paro y de las desigualdades y un retroceso de los derechos humanos y en la ecología.

También la banca ha hecho y sigue haciendo uso de malas prácticas bancarias, comisiones abusivas, productos estafa como las preferentes. Se supone al mismo tiempo que el mercado logrará que los gestores privados guiados por su propio interés de ganancia actúen acuerdo al interés social. Es evidente que no es así, altos directivos se asignan ganancias desproporcionadas incluso cuando su entidad tiene pérdidas y/o está a punto de quebrar.

El proceso de concentración y oligopolización bancaria significa una vuelta de tuerca que traslada rentas desde el trabajo hacia el capital bancario, lo que se ha venido llamando apropiación de las ganancias y socialización de las pérdidas. Ello convierte a los grandes bancos en entidades “sistémicas” demasiado grandes para quebrar, por lo que los estados acaban impidiendo su quiebra y convirtiendo su deuda privada en deuda pública.

Es de suma importancia la construcción del Banco central Europeo y los objetivos que se le han asignado dentro de la UE. En primer lugar es asombrosa su independencia política respecto de la UE. Sus funciones principales son de control de la inflación y de emisión de moneda, pero no tiene como funciones ni el crecimiento económico ni la creación de empleo. Este estatuto del BCE es un obstáculo insalvable para que la UE pueda constituir algún día una verdadera unión económica y política.

Inversores institucionales y su actividad especulativa:

Aparte de los grandes bancos y de las Cajas de Ahorro, existen otros inversores institucionales, con autonomía propia si bien muchas veces coaligados a estos mismos bancos de diversas formas. Hablamos de los diversos fondos inversión; de las grandes aseguradoras internacionales; de los grandes fondos de pensiones que recorren invirtiendo las bolsas mundiales; de las sociedades e instituciones de inversión colectiva, como Sicav,s  y otras; de las Socimi,…etc.

Los gestores de todos estos grandes inversores institucionales han sido durante décadas los máximos agentes de especulación con activos diversos, buscando el beneficio rápido, pero habiendo de asumir riesgos y poniendo a las economías en riesgo. Ello se ha dado a nivel de productos financieros y con moneda, a nivel inmobiliario, con la deuda de los estados y los productos alimenticios y recursos básicos, invirtiendo en bolsa, comprando empresas diseccionándolas y vendiéndolas después de su reconversión…, etc.

La paulatina transformación de una economía productiva en una economía especulativa ha supuesto una metamorfosis sustancial dentro del sistema capitalista; el capitalismo productivo ha mutado en capitalismo financiero que supone una economía virtual y depredadora.

La especulación se impone a la empresa y se ha instalado en el flujo económico, de tal forma que por cada unidad de flujo dinerario que circula en la economía real circulan más de 80 unidades destinadas a la especulación cortoplacista no productiva. Este sector financiero es el que más beneficios obtiene, es 26 veces más rentable que todos los demás, pero a su vez no paga apenas impuestos. A su vez es frecuente observar en las memorias de grandes compañías cómo en gran parte sus beneficios proceden de su inversión financiera, más allá de su objeto productivo. Así que las entidades financieras ponen actualmente barreras al crédito a empresas y familias, ya que la especulación les proporciona más beneficios.

El dinero, la banca y algunos instrumentos financieros son elementos útiles y necesarios en una economía moderna. Sin embargo, su mayoritaria privatización, su crecimiento indiscriminado y abuso con fines de enriquecimiento especulativo tiene efectos desestabilizadores sobre la economía real (crisis, desocupación, aumento de las desigualdades)

La economía, la opacidad y los sistemas jurídicos offshore:

La opacidad es hoy uno de los mayores obstáculos para el necesario control y democratización de las finanzas. Impide la transparencia necesaria para hacer posible la rendición de cuentas, la supervisión consolidada y el control ciudadano.

Prácticamente los mayores flujos financieros, que se dan a nivel internacional entre bancos y otras instituciones financieras, permanecen ocultos mediante instrumentos de transacción, registro y pago opacos. La vuelta de tuerca a la opacidad son los refugios fiscales y financieros, que con sus sistemas jurídicos offshore suponen una serie de problemas importantes para la economía mundial: Incentivan y protegen el delito económico, la corrupción y la delincuencia organizada. Crean descontrol en la banca y las finanzas, amenazando la estabilidad financiera. Posibilitan el fuera de balance y alimentan la banca en la sombra y los riesgos sistémicos. Minimizan los ingresos fiscales de los estados. Y están en el centro de la crisis presupuestaria actual que socava el estado democrático y social. Aumentan la pobreza y la desigualdad. Así mismo incentivan la criminalidad organizada, la corrupción y el terrorismo a nivel internacional.

La fiscalidad y la emisión de deuda pública. Dos fuentes financieras de los estados.

Los impuestos son la base de financiación de los estados modernos. En la Unión Europea ha habido una regresión importante de la fiscalidad de los estados después de la crisis, ello es debido por una parte a la disminución de la masa salarial consecuente con el aumento del paro y la reducción de los salarios y del consumo; pero también a que el impuesto de sociedades se ha desmoronado en la última década debido al trato de favor impositivo de los estados hacia las grandes empresas y también y muy especialmente debido a la elusión y evasión fiscal de estas utilizando los refugios fiscales.

El sistema fiscal español está 6 puntos por debajo en recaudación que la media de la Unión Europea. Además el 83% de la carga impositiva corresponde a familias y solo un 12% a empresas. Son las familias y el trabajo quienes abastecen los presupuestos generales del Estado, siendo mínima la contribución del capital y las empresas.

Los impuestos y otros ingresos corrientes habrían de ser suficientes para financiar el gasto público en circunstancias normales. Aunque los países han de poder utilizar eventualmente los déficits y superavits presupuestarios con fines anticíclicos, los servicios sociales no deberían financiarse como norma con emisión de deuda pública. Sin embargo hace décadas que entramos en economías crecientemente endeudadas, tanto a nivel público como privado de empresas y familias. Ha sido esta deuda un arma recurrente del capital para generar proyectos económicos y reflotar el consumo y de los estados para mantener los sistemas del bienestar.

La UE y otros países imponen una política presupuestaria de suficiencia financiera excesivamente rígida. Las directrices de la UE en lo que respecta al gasto de los estados vienen establecidas mediante los acuerdos de estabilidad y disciplina presupuestaria, que mantienen el límite del déficit en el 3% y de la deuda en el 60% del PIB. No obstante en nuestro país sobrepasamos ambos límites, motivo por el que los partidos en el gobierno, presionados por la UE hicieron el “cambio expres” de la Constitución introduciendo los criterios de Estabilidad presupuestaria en su artículo 155, que obliga al estado a amortizar en su plazo los acuerdos de deuda soberana pactada y los intereses, antes de emplear recursos en proveer los servicios y prestaciones públicas.

Existe una gran burbuja en la deuda de los países y mundial. Según el propio FMI, la deuda global que suman familias, empresas, corporaciones y gobiernos, sin contar las financieras, se ha situado en 132,4 billones de euros, esto equivale al 225% del PIB mundial. Siendo la privada la mayor, a pesar de que los estados gastaron billones de euros en los rescates de las entidades financieras (deuda de los bancos)       

Especialmente problemático es el apalancamiento crediticio de los grandes inversores para especular en bolsa, en los mercados no bursátiles y en los mercados secundarios de deuda soberana.

La moneda única y el tratado del Euro:

Los criterios de estabilidad y disciplina presupuestaria son especialmente gravosos para los estados del sur de Europa. El motivo es que los costos de su financiación difieren sustancialmente de unos países a otros, debido a la calificación crediticia que las agencias privadas de rating dan a sus deudas soberanas al valorar su riesgo de impago. Países como Grecia, Irlanda o España tienen una prima de riesgo mucho mayor lo cual incrementa sustancialmente los costos de su financiación por medio de deuda soberana con respecto a países del Norte de Europa. El hecho de que la moneda común sea el euro en la eurozona impide que los países concretos puedan tener soberanía monetaria y ser con ello autónomos en sus políticas económicas.

B.- Una propuesta alternativa:

Dentro del sistema capitalista, en el que el control del poder lo obstenta una plutocracia del dinero u oligarquía económica, los grandes proyectos políticos y sociales se pliegan a los intereses de dichas oligarquías, que, aunque a menudo se asientan localmente, en la actual fase de capitalismo financiero son globales en su ejercicio.

Hoy es constatable que esta plutocracia global del dinero -no llega al 1% - domina con mano firme la economía, la política y la cultura; al mismo tiempo que promueve en la opinión pública valores sistémicos. Con unos medios de comunicación social bajo el control de corporaciones privadas, la ciudadanía permanece desinformada y desimplicada en el ejercicio democrático y la acción social más allá del voto cada 4 o 5 años. La sociedad crítica activa y organizada social y políticamente representa a día de hoy una minoría de ciudadanos y ciudadanas conscientes. Al respecto es significativo que una mayoría de estos voten en la mayoría de países “democráticos” a partidos que defienden en la oposición o ejercen en los gobiernos leyes y medidas económicas neoliberales. Esto nos informa de que especialmente en los países desarrollados y en la mayoría de países en vías de desarrollo la ideología neoliberal está instalada en amplias esferas de la política, la cultura, las universidades, los medios de comunicación de masas y en general en la opinión pública. Es lógico que hayamos llegado al lugar donde nos encontramos: Las corporaciones dominan el Mundo.

Muchos, desde la sociedad civil organizada, nos preguntamos cómo desarrollar una acción política y social efectiva en el actual contexto neoliberal y financiarizado. ATTAC hace tiempo que viene ejerciendo, en el ámbito internacional, una labor pedagógica que ayude a los ciudadanos a conocer el actual contexto económico, social y político, con la mirada puesta en construir proyecto político ciudadano. Especialmente ahora cuando los gobiernos rinden sus armas al capital, es la hora de la ciudadanía organizada para la acción social y política y la estrategia para nosotros es la educación popular orientada a la acción, ir tejiendo complicidades y redes ciudadanas entre las diversas asociaciones y movimientos a nivel local e internacional para ir construyendo el cambio colectivamente.

En el actual sistema, se erige un eje de dominio, el fundamentalismo del mercado , sobre todos los demás (estado, sociedad, ecología, comunes,…etc). Los neoliberales hicieron bien su trabajo, ahora la ciudadanía consciente y activa, junto a las fuerzas políticas realmente críticas con el actual sistema, nos enfrentamos a una ingente tarea ¿Cómo ir decodificando y deconstruyendo la actual estructura sistémica neoliberal, tanto a nivel económico como político y de valores?

En las democracias pluralistas actuales, diversas a nivel social e ideológico, cualquier proyecto de cambio ha de contar para avanzar con consensos básicos construidos colectivamente entre las fuerzas críticas. Ello es necesario para ir ganando espacios en la construcción de la hegemonía cultural y en la conformación de la opinión pública. Desde la perspectiva de tejer redes de consenso ATTAC está dispuesta a intercambiar puntos de vista, análisis y diagnósticos y proyecto alternativo para ir construyendo red de acción social ciudadana.

Las alternativas estratégicas (no finalistas) de ATTAC en lo financiero:

En primer lugar consideramos que a la hora de deconstruir ideológica y prácticamente el modelo neoliberal hay que cuestionar sistemáticamente sus principios, la privatización, la competencia, la desregulación, la libertad sin cortapisas de los capitales y la opacidad. Para ello hay que vestir el proyecto social y político de ciudadanía con los valores de lo público; la armonización, cooperación y solidaridad financiera; reivindicar la regulación y control de las finanzas, exigiendo en aras del ejercicio democrático la transparencia financiera.         
     
Regular los mercados e instituciones financieras requiere: 


·         Poner límites a la titulización y a los productos derivados.

·         Aumentar sustancialmente los requisitos de core capital bancario y controlar que las ratios se hagan efectivas.

·         Una nueva “ley Glass-Steagle” internacionalizada que separe la banca de depósito de la de inversión.

·         Regulación fondos diversos de inversión, aseguradoras, sociedades de inversión colectiva…

·     Regulación agencias de calificación crediticia privadas o crear nuevas agencias públicas a nivel internacional. 

·         Incrementar regulación en  bolsas de valores, mercados de capital y no bursátiles. 

·        Erradicar las prácticas desestabilizadoras de la ingeniería financiera para la economía y nefastas para las sociedades, también las prácticas abusivas de los productos derivados. La creación y comercialización de nuevos activos/instrumentos financieros debería sujetarse a severos controles y estudios previos a su comercialización indiscriminada. Las entidades financieras han de poder demostrar sin atisbo de duda razonable que los inversores son conscientes de los riesgos de los activos que les ofrecen depositantes, accionistas y ciudadanos deberían tener más información y capacidad de control.

·        Habrían de regularse mejor las grandes corporaciones para evitar que asuman riesgos excesivos en la busca de beneficios máximos. Los grandes bancos (demasiado grandes para caer) habrían de ser fraccionados. En general para que sea efectiva la libre competencia que el sistema dice promover, habría de ponerse control a la formación de grandes oligopolios que dictan las prácticas del mercado.

·       Regular los salarios de los directivos de las empresas, las comisiones, las stock opcions y otras formas privilegiadas de remuneración.



     Recuperar el garantismo de lo público en la sociedad requiere:
·      
     Recuperación del garantismo financiero mediante una banca pública, ética y con control democrático y social.

·    Recuperar las Cajas de proximidad, promover cooperativas de crédito y otros agentes financieros locales.

·     Apoyar y promover la consolidación de la Banca ética y de cooperativas financieras éticas y solidarias.


Construir una Europa política, social y solidaria requiere:

·    Cambiar el Estatuto del banco Central Europeo: Que figure entre sus objetivos la creación de empleo,que dependa políticamente de la UE, que sea el supervisor máximo de las entidades financieras de la UE, que tenga entre sus funciones prestar dinero directamente a los estados en caso necesario. Esta medida la consideramos igualmente necesaria para la consecución de la tan manida unión bancaria en la UE.

·        Una unión fiscal real, lo cual conlleva a la armonización fiscal en la UE, dotando al mismo tiempo de una mayor progresividad a los sistemas fiscales por razones de equidad. Ello implica tipos marginales crecientes al IRPF y bienes de lujo y evitar la evasión y la elusión fiscal (SICAVs, beneficios fiscales injustificados, tolerancia con los refugios fiscales) y la equiparación de las cargas fiscales del capital a las del trabajo.

      Transitar hacia un nuevo modelo económico productivo social y ecológico requiere:
·         
      Algo fundamental es acabar con la especulación cortoplacista con todo tipo de activos, es necesario disuadir las actividades especulativas con impuestos similares al ITF (Impuesto a las Transacciones Financieras). Ello lo consideramos absolutamente necesario para combatir el sobredimensionado poder de las finanzas sobre la economía. Es este uno de los aspectos claves como responsable de la falta de planificación democrática en economía, lo cual hace inviable la transición social y ecológica.

·      Combatir la opacidad financiera. Para ello hay que dotar de mecanismos de transparencia y regulación a los sistemas de transferencia financiera (Swift), a las cámaras de compensación interbancaria y al sistema de pagos internacional. Y algo imprescindible, erradicar los refugios fiscales o centros offshore, que hacen inviable el estado social y democrático de derecho y socavan la democracia.

·       Existen diversos mecanismos para combatir políticamente a nivel local las actividades de fondos de inversión, socimis y otros agentes dedicados a la especulación inmobiliaria. Uno fundamental puede ser el de obligar por ley u ordenanzas a que se pongan en alquiler las viviendas desocupadas, estableciendo sanciones en caso contrario.

·     En caso de inviabilidad en el corto plazo de suprimir las actividades especulativas con activos financieros “peligrosos”, uno de los objetivos podría ser acotar el “casino financiero” de forma que su actividad permita la búsqueda de beneficios entre sus usuarios, pero que sus efectos no afectaran/desestabilizasen la economía real. (P.ej., para empezar, separación de la banca de depósito de la de inversión)

·        Auditar la deuda odiosa e ilegítima: La deuda es sobre todo un problema político, no económico, en este sentido existen diversas alternativas que también suponen decisiones políticas, como son el impago de la deuda odiosa e ilegítima, la reestructuración de la deuda acompañada en su caso de quitas. También es una opción federar la deuda a nivel internacional, por ejemplo en la UE.

·       Crear alternativas sociales de trueque, monedas locales con control democrático y de las haciendas públicas, etc.

·         Que se cumplan los criterios sustanciales de la transición ecológica en el sistema productivo.

    

La lucha por que las finanzas sean un bien común y dejen de estar al servicio de los poderes económicos, consideramos que es una condición necesaria para que los servicios y prestaciones públicas propias del estado de derecho, la transición ecológica, la igualdad de género o el derecho a un trabajo digno y socialmente responsable sean posibles. En este sentido y conscientes de que es necesario organizar la lucha de las trabajadoras y trabajadores y de la ciudadanía responsable con la democracia y el planeta en su conjunto, contra los poderes financieros, queremos promover un debate para organizar más eficazmente las luchas de resistencia contra el capitalismo financiero, eso sí con consenso, acción conjunta y proyecto.

    
    ATTAC ACORDEM
    Junio 2018






·