sábado, 21 de enero de 2017

Otra vez el "corazón partío"





 ¿ Comunes? ¡Cómo que comunes!



Apostar políticamente nos sirve para hacer valer nuestras opciones deseadas. Sin embargo ante el devenir, cualquier apuesta, como un amor herido, puede "rompernos el corazón" . A las personas, excepto en perversas masoquistas que las hay, nos emocionan nuestros valedores y aborrecemos a nuestros negadores. En mi caso particular, en los años anteriores a la crisis de 2008 y desde el año 2001, tuve el placer de conocer y tratar a Arcadi Oliveres, por entonces uno de los activistas más conocidos de Cataluña y que continúa siendolo. Arcadi fué para mí un maestro querido, tenía amor hacia él. No obstante fué una persona que legítimamente tomó una opción, un camino que me separó de él y sentí, como dice Alejandro Sanz, "el corazón partío". Esto sucedió a raiz de que junto a la monja Teresa Forcades co-fundaran el Procès constituent, eso sí con un lema " Independencia para cambiarlo todo". Con lo que a aquellos que compartíamos anhelos internacionaqlistas y altermundistas por otro Mundo posible, pero que no éramos independentistas, se nos "partió el corazón" y nos sentimos autodesterrados de este Procès. ¡Lástima, otra división en las clases populares!

Cuando mis heridas comenzaban a curar y ya podía volver a compartir espacios con Arcadi, como un aliado coyuntural de camino, para ciertas cuestiones. Otra apuesta de amor político en Cataluña, los llamados "Comunes" vuelven a "partirme el corazón" y esta vez tardará seguramente mucho en cicatrizar la herida.

El domingo 29 de enero tendrá lugar una asamblea dels "Comuns" en Cotxeres de Sants y en él debatirán 6 ponencias. La que tiene que ver con el eje nacional, se concreta así: Se propone "la creación de una república catalana" que, una vez proclamada y ejerciendo su "plena soberanía", decida si quiere o no asociarse con España. Esto solo tiene una lectura, los Comunes apuestan y se pronuncian por la independencia, cuando hasta ahora sólo lo hacían por el derecho a decidir.

Y otra vez me siento un outsider en la casa de la izquierda catalana, un meteco. Un ciudadano libre del Mundo que no quiere más fronteras, ninguneado y expulsado de "casa nostra"

Durante dos años han estado amasando mi corazón y mi conocimiento con cantos, que ahora parece eran de sirena. Durante dos años hemos cerrado filas en torno a la Colau, el Xavier Domenech o el Lluis Rabel por el derecho democrático de los ciudadanos a elegir y ellos, por interés, convicción, educación o por cortesía, me da igual, mantenían en secreto sus preferencias en cuanto a la soberanía, conscientes que ello constituía uno de los elementos sustanciales del cemento que mantenía unido el encoraginador movimiento de cambio político en Cataluña.

Claro que tantos espacios de pacto político con Puigdemont, representante de la oligarquía de este país y con el comodín del juego del poker político Junqueras, no podían acabar de otra manera. Me imagino pactos de trastienda política sin por ello poder delimitarlos, la política tiene esto. 

Y la primera alarma que alguien lanzó en la red ¿ Qué pasará con el caso Pujol / 3% despues de estos apretones de manos de trastienda? Pero sobre todo ¿ Qué nos pasará a los ninguneados votantes de los comunes no independentistas, durante dos años engañados y ahora cornudos y apaleados? ¿Responderá nuestro corazón de comunes acorralados, o por el contrario, sucumbirá y se sumergirá de nuevo en el limbo político?

De momento no tengo respuesta a estas preguntas, solo confusión, me siento herido y vulnerable. No obstante sí que habrían de tener en cuenta una cosa nuestros líderes de "Comuns", la política como la vida da muchas vueltas, lo que cuesta mucho construir se lo lleva un vendaval en un momento y nadie sabe el mañana.

Antonio Fuertes Esteban
21 de enero de 2017