jueves, 29 de enero de 2015

¿Una nueva contradicción fundamental?



En el planteamiento de la dialéctica Marxiana que marcó y viene marcando el panorama de las luchas de trabajadores en buena parte del Mundo, éste expuso, entre otros, un axioma fundamental tras analizar la relación entre clases sociales, sus flujos y sus posiciones respectivas en la estructura social. Respecto a las contradicciones entre las clases, Marx destacó una contradicción fundamental del sistema capitalista, es aquella por la que el carácter social de la producción se contradice con la forma de apropiación privada de los beneficios, la llamada contradicción capital-trabajo. Esto tuvo plena vigencia en un contexto de capitalismo industrial, mientras no se habían desarrollado aún procesos importantes de deriva ligada a la acumulación financiera y a la relación conflictiva con la estructura social actual en el sistema capitalista.

Muchos somos los que, sintiéndonos oprimidos por este sistema capitalista, ya hace tiempo venimos proponiendo que no se puede separar la lucha contra el capitalismo del contexto y la caracterización actual de dicho sistema. Hoy el genérico capitalismo, no es capaz de dotarnos de elementos e ideas con el que combatirlo. Es por ello que venimos incidiendo en los factores que nos ayudan a señalar al enemigo a batir y a poder interpretarlo y enfrentarse a él con criterios realistas y eficaces. Por eso preferimos señalar como enemigo al que enfrentarnos al rostro con que el capitalismo aparece ante nosotras en este momento, el neoliberalismo. 

 El desarrollo del capitalismo industrial dentro del contexto de estructura social y fabril fordista del siglo XX, pasó a una fase post-fordista en el mismo momento en que las crisis de los años 70 comienzan a introducir cambios sustancialmente cualitativos en las lógicas con las que cabía analizar y predecir el comportamiento del mercado. El mercado comienza entonces un proceso de “emancipación” de la producción. Por medio de este proceso el mercado de bienes y servicios que era aquel que servía al capitalismo tal y cómo se le conocía, va siendo trascendido, colonizado y ampliamente dominado por unos mercados financieros que se “divorcian” de la economía real o productiva. A ello se debe que a partir de la desregulación de los mercados de capital de finales de los 70 y 80, comiencen a dispararse las tasas de ganancia del capital, ahora financiarizado, y que dichas rentas del capital no se re-inviertan ya mayoritariamente en la economía real de carácter productivo, sino en procesos especulativos que no crean valor, sino que constituyen un depósito de valor sobre los propios soportes dinerarios. Tal es así, que en este momento la OCDE estima que el capital que se mueve alrededor del Mundo para especular multiplica por 74 el PIB mundial.

Este fenómeno de predominio del capital financiero globalizado sobre la economía real ha sido paralelo a una merma importante en los procesos de acumulación capitalista, tal como se venían contemplando. Esto es así debido a que las rentas procedentes de las plusvalías ya no se re-invierten mayoritariamente en la producción, como tenía efecto en el capitalismo industrial, sino que se re-invierten en aquello que hoy aumenta exponencialmente y rápidamente las tasas de ganancia, generando una espiral en el aumento de depósito de valor sobre los soportes y productos dinerarios de todo tipo. Este fenómeno, que con el Neoliberalismo se ha hecho masivo, no es ni más ni menos que la especulación, fenómeno con el que ha disminuido sustancialmente la tasa de acumulación tal como se venía considerando, y que no era otra cosa que la tasa de ganancia que se volvía a re-invertir en el proceso productivo. 

La economía en el Neoliberalismo está al servicio, y marcada y sellada en beneficio de los inversores y de las grandes corporaciones globales, las cuales ya no buscan sus beneficios tanto en la producción, como en las diversas bolsas. Toda la economía – finanzas, producción, mercado laboral, fiscalidad, servicios, medio-ambiente...etc, - los plutócratas la han puesto al servicio de su objetivo fundamental, que no es sino el máximo de ganancia, en beneficio exclusivamente propio y en el corto plazo. Enfrente y desposeída está una ciudadanía diversa y que ya no podemos asimilar al proletariado urbano industrial por diversos motivos: 

- Porque la economía de lo “intangible”, que fundamentalmente es reproducida a nivel familiar y social por las mujeres, los cuidados y servicios varios que la sociedad no remunera, no estaba desarrollada en los análisis del siglo XIX y aparece con fuerza en los movimientos sociales que surgen a raíz de Mayo del 68, constituyendo hoy un elemento esencial aportado por la economía feminista. 

- Porque los límites que se han de poner al progreso tecnológico y de formas de vida en un sistema mundo con claros indicadores de riesgo ecológico, han de reorientar las formas de producción, consumo y vida en la dirección de la sostenibilidad ecológica. Y el valor trabajo habría de quedar asimismo en proceso de reflexión, análisis y reconversión. El ciudadano proletario del S XIX es solo una parte de la ciudadanía y no constituye ya, desde luego, la norma. 

- Porque una parte importante de riesgos hoy son globales y no pueden ser abordados ya desde ámbitos territoriales, políticos y de respuestas ciudadanas estatales. La contaminación medio-ambiental, mercado laboral, finanzas y fiscalidad, terrorismo, entre otros importantísimos aspectos requieren de respuestas globales y de una ciudadanía unida en las respuestas desde lo social a nivel internacional y global. Es necesaria la emergencia de una ciudadanía con conciencia global. 

- Porque al proletariado urbano y campesinado, se han ido añadiendo en los agravios del capital financiero, una población importante y mayoritaria en el sector servicios, cooperativistas y economía social, autónomos que trabajan por cuenta propia, pequeños y medianos empresarios que desde lo local apuestan por la economía productiva y el bienestar, profesiones liberales y mundo universitario y en general un conjunto de agentes e instancias productivas, dentro de lo que llamamos economía real. 

- Porque el enfoque global por otro Mundo posible cuestiona los análisis etnocéntricos realizados en el mundo desarrollado y hace emerger realidades de pobreza y exclusión en el mundo empobrecido y en vías de desarrollo, en las que se denota la huella que ha tenido la dominación de los países desarrollados durante décadas, primero durante la colonización y ahora mediante el sometimiento, la expoliación, explotación y comercio desigual. Esta realidad emerge a la conciencia de un primer Mundo que sistemáticamente ha silenciado su instrumentalización de estos países en su beneficio.

Es cierto que se sigue dando la contradicción entre los poseedores de los medios de producción y los que producen la riqueza pero no la disfrutan y esta contradicción está lejos de resolverse. No obstante hoy, en el mundo globalizado de las finanzas, la economía real y el mundo del trabajo son los grandes perdedores de las apuestas de los inversores en el Gran Casino financiero. El desarrollo de la teoría de las contradicciones nos lleva a situar la lucha real en estos momentos en un nuevo estadio de prioridad dialéctica. La contradicción primera a encarar, que es fundamental hoy, es aquella que pervierte la producción y los proyectos vitales de la ciudadanía mundial en función de la ganancia exponencial e inmediata de unos cuantos. Esta nueva contradicción fundamental es: ciudadanía democrática - mercados financieros.

En función de ello hemos de construir amplios frentes globales capaces de vencer al sistema neoliberal financiarizado. El enemigo de la ciudadanía democrática hoy, está claro, es el poder financiero. Contra él hay que unirse y al mismo tiempo tenemos que empezar por la responsabilidad de no alimentarlo, cada uno que tome nota. 

Antonio Fuertes Esteban

viernes, 23 de enero de 2015

Los paraísos fiscales europeos, al servicio de las corporaciones globales.







Antonio Fuertes Esteban. ATTAC Acordem

Texto de la intervención como ATTAC Acordem en el 1er Foro del Sur de Europa.




La Unión Europea se ha construido como espacio financiero sin fronteras y sin autoridad reguladora como tal, por lo tanto descontrolado, al BCE no se le otorgan atribuciones en este sentido. Dejando el sistema financiero europeo al arbitrio de los mercados.

Las políticas comunes neoliberales de los tratados de la UE han sido firmadas y ratificadas por los estados sin apenas debate. Estas han prescrito la absoluta libertad en los movimientos de capital en el interior y con el exterior de la UE. Al mismo tiempo dichas políticas permiten y avalan la actividad opaca de los paraísos fiscales del entorno europeo, conectados al servicio del poder global de las finanzas y las corporaciones globales.

Estos paraísos fiscales hacen vulnerable a la UE y a sus países miembros, reduciendo los ingresos públicos mediante la evasión fiscal; generando abusos especulativos y proveyendo la banca en la sombra fuera de cualquier tipo de supervisión, con lo que provocan inseguridad financiera y crisis e incentivan la corrupción política,  el terrorismo y la delincuencia organizada e incontrolada.

La UE permanece impasible y no controla en su territorio de soberanía política a los poderes económicos transnacionales, poniendo la opacidad de sus paraísos fiscales a su servicio. Permite a 3 paraísos fiscales en su seno y no regula su relación con los otros 7 territorios paraísos fiscales del espacio económico europeo, manteniendo con ellos acuerdos económicos y comerciales preferenciales mientras que estos compiten deslealmente con los demás países de la UE. Ello solo tiene un objeto: Poner a la UE al servicio de las corporaciones transnacionales y no de las personas. Las políticas favorables a los centros offshore suponen consecuencias nefastas para sus estados miembros y socaban sus capacidades para atender las demandas de su ciudadanía.

Los paraísos fiscales constituyen un obstáculo insalvable para una construcción política y económica europea de carácter autónomo, soberano y democrático, de aquí que la lucha social y política por su erradicación sea tan necesaria. Sin embargo y a pesar de ello, hoy todos los gobiernos de la UE y la propia UE reconocen la legalidad del ordenamiento jurídico de los territorios offshore, que albergan el secreto bancario, las sociedades instrumentales y filiales bancarias, los trust o fideicomisos y los vehículos especiales de in versión como figuras jurídicas propias al servicio de los capitales móviles y las corporaciones.

La ciudadanía europea organizada, que ve impotente como se están perdiendo los derechos económicos y sociales adquiridos con los efectos de la crisis como única escusa, ha de reaccionar y movilizarse en Europa para cuestionar lo que está en la base y es la causa de su pérdida de derechos, aquellos instrumentos de las finanzas que constituyen armas a su servicio para imponerse a la soberanía de los países. 

Los paraísos fiscales son junto al desarrollo imparable de la especulación, la generación de la deuda pública ilegítima para el salvamento de los sistemas financieros, la privatización y concentración casi total del sistema bancario y el ataque a los sistemas fiscales, las principales armas de destrucción masiva que socaban la democracia en Europa e impiden que pueda construirse una economía al servicio de la sociedad. Lo que es descorazonador es que sean los gobiernos elegidos por el pueblo los que han legislado las políticas que hacen posible el desastre.

Las políticas que desde la cumbre del G-20 en Londres se han desarrollado internacionalmente, con el pretexto de implementar medidas para abolir los paraísos fiscales, han constituido una auténtica burla a la ciudadanía, una cortina de humo que ha hecho posible que dichos territorios offshore hayan adquirido visos de honorabilidad al desaparecer de la lista de paraísos fiscales de la OCDE, cuando en realidad no ha cambiado sustancialmente su funcionamiento.

La sociedad organizada ha de pedir a las fuerzas políticas de cambio en Europa que desplieguen la bandera contra los paraísos fiscales en la UE y al mismo tiempo organizarse para exigir medidas a los gobiernos para combatirlos a nivel local:

-     Los partidos de la izquierda europea tienen la responsabilidad de abanderar el combate contra los paraísos fiscales en Europa y la UE y la sociedad europea ha de requerirles y organizarse para ello.

-    Combatir el secreto bancario en Europa es un imperativo democrático. Para ejercerlo las instituciones políticas de la Unión Europea han de reconsiderar la relación de trato preferencial hacia estos países en el caso que no cambien su corrosivo sistema jurídico offshore.

-   Es ineludible en el corto plazo introducir en la agenda política europea la necesidad de realizar acuerdos bilaterales efectivos de intercambio automático de información desde la UE con estos territorios. Las autoridades tributarias o judiciales han de poder reunir la información necesaria en el ejercicio de sus funciones democráticas.

 -   Desde la UE se habría de promover activamente a nivel internacional el debate hacia el cambio en las normativas contables de las sociedades, que haga posible que las sociedades transnacionales paguen a las haciendas locales por sus beneficios en cada uno de los países en que operan.
 
-      Las autoridades gubernamentales y parlamentos Europeos y estatales han de promover medidas legislativas para que desde las administraciones no se contrate con aquellas empresas que tengan sociedades instrumentales ubicadas en paraísos fiscales.

-     El recurrido tópico sesgadamente interpretado de la unión fiscal, ha de comenzar por acuerdos fiscales hacia la armonización en la UE y espacio económico europeo, eso resulta imposible con los paraísos fiscales.

La lucha para la abolición de los paraísos fiscales, agujeros negros de las finanzas,  es un imperativo democrático, ecológico y social y este foro debería de realizar una declaración en este sentido.

sábado, 17 de enero de 2015

No tan conspiparanoicos como nos quieren hacer creer




Sabemos que los 28 que ponen el tablero de Europa en Bruselas, que quien mece la cuna desde el otro lado del Atlántico y las corporaciones que dictan las reglas del juego harán lo necesario para evitar que nada ni nadie cuestione su poder o privilegio sobre el tablero global europeo. Nos lo dejaron ver cuando las situaciones que podían cuestionarles tomaban fuerza.

En Italia el triunfo del PCI en 1976 y el entente con la democracia cristiana de Aldo Moro abrieron una posible vía al cambio de tutelaje, hasta que el rapto y asesinato de Aldo Moro acabó con el posible cambio. Quién planificó el secuestro y el crimen, más allá del brazo ejecutor de las Brigadas Rojas, movió los hilos para evitar el cambio y sabía muy bien lo que hacía. Las posteriores declaraciones de Steve Pieczenick, enviado a Roma por la administración del entonces presidente de EEUU, Jimmy Carter, tras el secuestro de Moro, en las que desvelaba que su Gobierno “manipuló” a las Brigadas Rojas “para que asesinaran” al líder democristiano provocan desasosiego: “He estado callado hasta hoy, he esperado 30 años para revelar esta historia y lamento la muerte de Moro. Pido perdón a la familia, pero tuvimos que manipular a las Brigadas Rojas para que lo asesinaran. Las BR habían dado un paso demasiado grande y el país estaba cerca de la desestabilización total”, dijo Pieczenick. El crimen a día de hoy sigue sin resolverse.

Igual pasó con los posibles que estuvieron detrás del asesinato de Olof Palme en Estocolmo en 1986, el cual desde la socialdemocracia avanzada de cuño sueco lanzaba mensajes que incomodaban a muchos. La oposición a la política exterior estadounidense, en particular contra la guerra de Vietnam, las armas nucleares y la política del apartheid en Sudáfrica. La defensa que hizo con palabras y con leyes sobre el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino y la no intervención de los Estados Unidos en Cuba. Su ayuda económica a varias antiguas colonias del tercer mundo, como Vietnam,…etc. Fue famoso el enojo del dictador Franco por la foto en la que Palme transitaba por una calle peatonal de Estocolmo con una hucha pidiendo ayuda para los últimos fusilados del franquismo.

Los tornados sociales y políticos que se están generando en el sur de Europa, tienen su origen en las respectivas actuaciones de los poderes políticos diversos constituidos, el dictado de las corporaciones y quienes desde EE.UU han estado meciendo durante décadas la cuna europea; y su razón de ser en la indignación de pueblos de nuevo sometidos y su desafección hacia un sistema político-económico que no cuenta con las personas.

 Los poderes diversos que configuran el actual orden internacional ven con suma preocupación la aparición de fuerzas o movimientos políticos populares como Syriza o Podemos, que pudieran obtener la preferencia del electorado en las próximas legislativas. Ello se viene representando en las diversas declaraciones de personajes de relieve instalados en las caras poliédricas del stablishment económico, político, militar, social y mediático europeo y global. Y es que los impulsores de estas fuerzas políticas están de nuevo volviendo a mover y uniendo una mayoría de voluntades y adhesiones populares y planteando alternativas que podrían remover las bases del sistema establecido y ser referentes políticos para otros países.

Europa es hoy, al inicio de este fáctico año 2015, un hervidero social alimentado de fraudes políticos y de nuevas promesas que han regenerado esperanzas. La mano que mece la cuna quiere seguir segura de que “el niño duerme” pero no hace más que llorar y quiere trepar los barrotes que le atan, va para el siglo, a sus cuidados. El mal sueño europeo que provocó dos guerras mundiales se ve alimentado por la crisis y por la inconsistencia del proyecto que prometía redimir Europa de su horrible pasado. Resurgen brotes de la “guerra fría” en el este y nuevas potencias cuestionan la geoestrategia imperial y la soberanía del dólar. Un mundo árabe burlado y herido transpira hacia el exterior periódicamente bilis mortal por sus minoritarios poros fundamentalistas y se desangra en luchas fraticidas en su interior. Resurgen los viejos nacionalismos étnicos con ilusas pretensiones soberanistas y autistas del mundo global. Mientras todo esto se sucede a ritmos históricos acelerados por la total interdependencia global, algunos pensamos que los servicios secretos locales o globales del stablishment pueden haber intervenido de alguna manera en los sucesos trájicos que acabaron con la vida de 17 personas en París hace escasos días.

Las redes sociales se han ido llenando con explicaciones que cuestionan seriamente la versión oficial. Explicaciones que en principio sorprenden y cotejadas con el relato “incuestionable” de los vídeos y medios oficiales dan que pensar. ¿Alguien nos ha estado vendiendo un producto prefabricado como si fuera real? Algún experto de la novela negra diría que para ello faltaría un relato creíble alternativo, un móvil, el móvil del crimen. De momento el que se ha explicado convence a millones de personas que se han identificado con Charlie Hebdo y han puesto en el punto de mira de la indignación el fundamentalismo musulmán, y de paso han enrarecido el clima de la percepción europea hacia los seguidores del Corán. Sin embargo fuera de los grandes medios de comunicación están apareciendo vídeos descubriendo fallas incomprensibles y en los relatos oficiales que señalan, no solo como brazo ejecutor, sino también como único responsable planificador e intelectual, a un enemigo externo muy conveniente para el poder imperial en estos momentos y que viene del mundo árabe. Se están dando algunas interpretaciones minoritarias, pero muy incisivas y razonadas explicaciones alternativas que dan que pensar. Están ganando fuerza explicaciones como de que este atentado sea una “Operación de falsa bandera”, que el conservadurismo imperialista militar industrial proclive al choque de civilizaciones esté detrás o bien que sea una operación táctica de los servicios secretos orientada a contrarrestar y dificultar los movimientos sociales de cambio en Europa. Hay que decir que estos distintos móviles del crimen que se plantean en dichas interpretaciones se verían favorecidos al mismo tiempo por dicho acto terrorista.

De momento el Presidente de la República francesa Francoise Holande ya ha hecho un movimiento táctico para abanderar la respuesta que le piden EE.UU y sus ciudadanos. Ha enviado a Irak dos mil marines, doce cazas de combate Rafale, nueve Súper tendard, cuatro helicópteros y un avión de vigilancia a bordo del portaaviones Charles de Gaulle. Los intereses geoestratégicos de occidente se verán mejor respaldados con esta acción en Oriente Próximo.

El poder está enojado, no solamente por el cuestionamiento que de él se hace. Está claro que  las formas de la dominación, más democráticas o totalitarias no le enojan mientras tenga la sartén por el mango y al pueblo sometido, lo que le enoja es que alguien le ponga en jaque en alguna parte del tablero-Mundo, que diciendo las cosas claras se haga entender y cree adhesiones y que con un proyecto de cambio político aspire seriamente al gobierno de su país, cuestionando en él la hegemonía del “Gran Hermano”.

Los líderes de estos movimientos del sur de Europa están generando esperanzas de que sí se puede, e impulsando activos populares de fe cívica y de trabajo para “asaltar el cielo”. Nos toca a todos acompañar y luchar por este proceso que no es elitista sino de todos. Todos juntos hemos de demostrar que los líderes no solo son ubicuos y por supuesto hemos de cuidarlos mucho, sino que el cambio solo será posible cuando el cambio seamos nosotros mismos empoderados y que aún cuando los líderes sigan siendo importantes, no sean imprescindibles a pesar de todo. No obstante hemos de reconocer en este momento el valor político intelectual y moral de quienes se han puesto a liderar dichos proyectos populares poniendo en ello lo mejor de su vida a cambio.

Alguien, siempre vigilante, ha movido históricamente los hilos para que los conflictos que dividen y enfrentan a los pueblos sean posibles. Ello nos debería hacer reflexionar sobre cómo los poderes de la gobernanza global se van a enfrentar a las revueltas actuales. Sobre cómo van a tratar de combatir y reconducir los efectos sociales y políticos de la crisis, provocados por su gobernanza neoliberal, desregulada y descontrolada.

De momento la chispa se ha encendido y está lenta pero irremediablemente prendiendo. La xenofobia y el miedo al extraño en las sociedades multiculturales son factores que combaten la cohexion necesaria para que se desarrollen procesos de empoderamiento popular y de cambio político. No solo en Francia, Alemania, Ucrania y otros países del norte de Europa está incubándose el “huevo de la serpiente”, también en Grecia hay un fuerte movimiento de carácter fascista y xenófobo que en estos momentos se puede ver alimentado por hechos criminales como los de días pasados en París y que han conmocionado a la opinión pública europea, no lo olvidemos. Por eso antes de decidir en nuestro consciente que los fundamentalismos al uso son los responsables, preguntémonos por si no hay otros responsables en la sombra, o al menos no olvidemos quienes son los que hacen posible el desarrollo de dichos fundamentalismos, que los medios no colonicen nuestro pensamiento y nuestra voluntad.

No acabaremos este artículo sin una llamada fundamental y es a la necesidad de generar unidad popular, que ahora no debería ser de predominio étnico, sino internacionalista cosmopolita y de ciudadanía global, es nuestra esperanza y nuestro poder. Empoderarse individual, colectiva y globalmente es lo que puede hacer posible la democracia ante el continuo ataque de sus arcanos enemigos.

Antonio Fuertes Esteban
17/1/2015