domingo, 29 de junio de 2014

Contra el totalitarismo financiero, luchemos por una banca pública, ética y con control social.



Antonio Fuertes Esteban. ATTAC Acordem

Alguien dijo “No es posible construir un paraíso social en un infierno económico” habría que añadir que no se puede levantar un Estado social y solidario avalados y dependientes en exclusiva de unas finanzas organizadas por las oligarquías económicas bancarias y con señas de identidad centenarias usureras, corruptas y especuladoras con todo lo divino y lo humano.
 
El sistema financiero es la sangre que se traslada a través de las comunidades sociales y hace desarrollarse a la economía moderna, pero si esta sangre, como es el caso, está infectada por el virus de la avaricia, la desigualdad y la corrupción y es bombeada desde un corazón privado prestado, parásito del corpus social y a plazos de contador de intereses, depreda a la sociedad y la sumerge en una dependencia de pulsión tanática.
 
Hemos llegado, por dejación o acción política, de nuestros representantes o de nosotros – todos hacemos política cada día aunque muchos no se aperciban – a dejar las llaves del cuarto de máquinas del barco común en que navegamos en manos exclusivas, privadas que han llegado a mover el barco a su antojo, a veces hacia paraísos fiscales privados. Pero cuando el barco ha escorado debido a la falta de dirección, al descontrol generalizado y han comenzado a abrirse vías de agua que amenazaban con hundirlo, para entonces el capitán, el político, ya no gobernaba el barco. El barco estaba en manos de quien tenía las llaves de la sala de máquinas, la banca, que era la única que podía poner los medios para reflotarlo, eso sí, a costa de todos, de toda la tripulación.
 
El corpus social necesita generar su propio corazón, sondear en la tierra de los antepasados para buscar el valor de otros tiempos y contagiarlo a los nuevos valores de jóvenes representantes, siempre mandando sobre ellos. Que lideren obedeciendo, como el Sup-comandante Marcos. Y ese corazón ha de estar alimentado de unas finanzas públicas, autónomas del pueblo, gestionadas por honestos servidores públicos y al servicio de una economía para las personas y no en beneficio del 1% de la sociedad.
 
Hemos de buscar formas de contrapoder en todo, en todos los sectores de nuestra vida, pero una economía de mercado no se puede dejar al control y arbitrio de la casta política y las oligarquías financieras. Hemos de hacer un esfuerzo por generar un inicio de contrapoder contra el gran poder bancario.
 
Retirar en estos momentos el dinero de la banca tradicional y en especial de los grandes grupos bancarios es desencadenar a las personas y las colectividades políticas de su poder totalizador, inmisericorde y depredador e iniciar un camino de emancipación. Mientras no tengamos una banca pública, llevemos nuestro dinero a pequeñas bancas locales y a la banca ética, combatamos el poder bancario oligárquico, actuemos con inteligencia, auto-poder y como contrapoder.
 
¿Vamos a dejar que un monopolio de 5 grandes bancos posean a partir de que acaben la privatización de Cataluña Banc y de Bankia, prácticamente el 100% de la gestión de las finanzas de este país? ¿Cómo va a llegar entonces la sangre a los proyectos públicos, a la sanidad, a la educación, a los servicios sociales, a las pensiones…? porque estos, en su siguiente paso van a ir a por todas, a saco, a hacer negocio ya sin ningún tipo de cortapisa con activos culturales, educativos, de salud, y de longevidad…
 
Desde ya podemos comenzar a revertir el proceso de totalitarismo económico farsa-democrático. Votemos a los mejores del pueblo unido y sin protagonismos y trepismos y pidámosles una profunda transformación democrática, entre la que necesariamente habrán de contemplar la construcción de un sistema público de finanzas. Sí, unas finanzas públicas, por las que la sociedad no se ha movido y sigue sin moverse en sus reivindicaciones, por la que los partidos no han luchado y con la que algunos políticos y sindicalistas han cohabitado ¿Por eso quizá las élites de estas organizaciones se muestran tan poco fervorosas de la necesidad de la banca pública?
 
Cada vez que hacemos un plan de pensiones privado (co-gestionados, por cierto en muchos casos por 2 sindicatos), metemos dinero a plazo fijo en la gran banca o invertimos en sus acciones o compramos los bonos que emiten o invertimos en productos especulativos o productos fiduciarios; o simplemente si mantenemos nuestra nómina domiciliada en sus sucursales, estamos actuando como gasolineros que llenan el depósito del trailer que atropella cada día a miles de personas, que desahucia a la gente de sus casas, que se queda con los dineros de los preferentistas, que con sus fondos buitre compra a precio de saldo las viviendas sociales sobre-costeadas para la gente de a pie.
¿Y no va a mover la sociedad por que no privaticen la poca banca nacionalizada que tenemos y que ha sido salvada con el dinero procedente de nuestro sudor? y ello para venderla – a precio, también de saldo y avalada mediante créditos fiscales y esquemas de protección de activos – a los que van a hacer negocio con ella a nuestra costa?
 
Comencemos a movilizarnos por la no privatización de la poca banca nacionalizada que nos queda, como nos movilizamos en tiempos por la jornada de 40 horas, como nos movilizamos en tiempos contra la dictadura franquista ¡hoy de los bancos! todavía estamos a tiempo de salvar la dignidad!
A todas las fuerzas dignas políticas y sociales de este país: Hay que salvar la banca nacionalizada y vosotros habéis de movilizar para ello.
 
¡No a la privatización de Catalunya Banc y de Bankia !
¡Por una banca pública, al servicios del pueblo, ética y con control social!!
 
¡SÍ, SE PUEDE!

lunes, 16 de junio de 2014

Por una Banca pública, ética y social y una Renta de ciudadanía garantizada para rescatar a las personas

 
 
El día 27 de junio a las 19 h, dentro de la Semana de la dignidad, promovida por organizaciones políticas y sindicales y diversos movimientos sociales y para reivindicar una Renta Garantizada de Ciudadanía para rescatar a las personas, se convoca una gran concentración en Barcelona para reivindicar la no privatización de Catalunya Banc y de Bankia y una banca pública como soporte a los derechos sociales. Se harán diversos actos simbólicos, cortando la Vía Layetana entre la sedes de Catalunya Banc y la sucursal de Bankia junto a Pl. Urquinaona.
 
Por una Banca pública, ética y social y una Renta de ciudadanía garantizada para rescatar a las personas
Hoy las clases populares sabemos que la crisis sistémica actual ha tenido su origen en el sistema financiero y que el auténtico poder, que es el de la gran banca, está aprovechando esta crisis para recortar los derechos y avances sociales conquistados durante décadas de luchas populares y para ello ha puesto a los gobiernos, europeos, estatales o autonómicos a su servicio.
El aumento del poder financiero sobre la política y la sociedad se concreta en la generación de un gran ejército de reserva de 6 millones personas paradas en el Estado español y 850.000 en Catalunya y en el gran aumento de la desigualdad y de la pobreza, mientras las entidades bancarias acumulan poder y beneficios a costa de la pérdida de derechos ciudadanos.
Ante este panorama de debacle social y de sumisión de los gobiernos al poder bancario, se viene efectuando una reforma del sistema financiero que abolirá la banca de proximidad que significaban las cajas y que concentrará todo el poder financiero en 5 grandes bancos, de los que 3 tendrán  el 70% del negocio bancario.  Cuando esta reforma financiera se está efectuando a costa de socavar la democracia y los derechos ciudadanos propios del Estado social hemos de decir ¡basta!
Evitar la quiebra del sistema bancario, aparte de los recortes para pagar una deuda en su mayor parte ilegítima y que se ha traspasado de  privada a pública, ha supuesto al erario público o al conjunto de la ciudadanía asumir unos riesgos totales de 1,2 billones de euros entre inversiones de capital - la mayoría de las que podemos considerar perdidas- esquemas de Protección de Activos, avales diversos del Estado y  préstamos del BCE a los bancos al 1 y al 0’25 y ahora 0’15%, de los que también somos avaladores y eso  para que con este dinero estas entidades hayan hecho negocio con la emisión de deuda del Estado,… etc.
La deuda pública es próxima al PIB del estado, 1 billón de euros. Los intereses pagados anualmente por esta deuda ascienden a 36.000 millones, más de lo que el Estado dedica a la educación pública. Si dispusiéramos de una banca pública se podría acceder directamente a los préstamos del BCE al 0’15 % y los intereses derivados de la deuda serían mínimos.
Disponer de una banca pública, ética y con control social significaría la posibilidad de contrarrestar el oligopolio bancario privado, mediante un servicio financiero de proximidad y al servicio del bien común. La sociedad podría disponer de un instrumento financiero público con el que poder vehicular el crédito a medianas y pequeñas empresas necesario para crear empleo,  la posibilidad de gestionar un parque de viviendas sociales de alquiler o unos servicios y prestaciones públicas dignas, entre ellas una Renta de Ciudadanía Garantizada que asegure la subsistencia digna de las personas en Cataluña.
Es un contrasentido depender de una banca privada para tener que cobrar cualquier ayuda del Estado,   esta banca que nos ha llevado a la crisis-estafa cobra todos sus servicios movido únicamente por su afán de acumular poder y riqueza; de la misma manera, cobrará sus servicios tanto al Estado como a los beneficiarios de las ayudas sociales. Son muchas las maneras como las entidades financieras pueden sacar un provecho de esta situación, ya sea cobrando unas comisiones  a los poseedores de las cuentas bancarias (imprescindibles, en estos momentos, para recibir cualquier ayuda), ya sea  especulando con el dinero de las ayudas que el Estado ingresa en la entidad y que el banco no transferirá de inmediato a sus beneficiarios.
No es posible promover una economía social dependiendo exclusivamente como ahora de la banca privada, necesitamos una banca pública al servicio de la sociedad y controlable por ella y sus representantes, esta es una condición de cualquier cambio social. Es por ello que la sociedad catalana tiene un reto en estos momentos y es luchar para evitar la privatización de las cajas nacionalizadas con costes significativos para la ciudadanía, Catalunya Banc y Bankia y para comenzar, construir con este patrimonio hoy público, la base de una banca pública ética y social, junto a los activos del  Sareb y el FROB.
Hoy la banca  privada no garantiza los servicios financieros necesarios a las personas. Para superar la crisis y poder avanzar hacia un nuevo modelo económico que rescate a las personas y no a los bancos, es imprescindible contar con una banca pública, ética y con control social.
Por una banca pública, ética y social al servicio de la Renta Garantizada de Ciudadanía y de los derechos ciudadanos!!
No a la privatización de Catalunya Banc y Bankia!! Rescatemos a las personas!!