martes, 25 de octubre de 2011

El movimiento 15 O es absolutamente republicano

Hay un montón de fundamentos republicanos en el movimiento 15 O:
1º.- Persigue el bien común de la colectividad humana.
2º.- Se ocupa de la "Res Pública" local y global
3º.- Se rebela contra todo tipo de dominación.
4º.- Persigue los valores de la democracia republicana: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Mas aparte ecología sostenible y solidaridad con las futuras generaciones.
5º.- Reclama que nadie esté por encima de la ley, ni Botín y sus iguales, ni el Papa y sus cofrades, ni Reyes con prevendas hereditarias.
6º.- Se fundamenta en el diálogo entre iguales y no en la razón del más fuerte.
7º.- El movimiento, al igual que el Republicanismo persigue la ciudadanía plena
8º.- Se cuida de que las decisiones pertenezcan a tod@s.
9.- Sueña con la unidad del pueblo, en contra de la lucha de facciones.
10º.- Su finalidad es la felicidad humana, la estabilidad del sistema social y político y la cohesión de la sociedad.


Sí, el 15 O es absolutamente republicano
¡Viva el 15 O! ¡Viva la República!

Antonio Fuertes Esteban
ATTAC Acordem

domingo, 23 de octubre de 2011

La urgente y necesaria prioridad: La república del bien común


Antonio Fuertes Esteban. ATTAC Acordem

El sistema democrático está muy por debajo de mínimos, no cumple su función principal: proveer la democracia. Cada vez somos más ciudadanos y ciudadanas los que exclamamos que el sistema que nos contiene no es una democracia ya que quien cuenta no es el pueblo, sino una minoría de “aristócratas”, esta vez no de la nobleza, sino del dinero. Los actuales títulos aristocráticos no tienen que ver con cohortes, ducados o condados, sino con presidencias, consejos de grandes instituciones financieras y lugares de privilegio en las instituciones políticas y económicas globales.

La tibia y vigilada democracia en el Estado español, supeditada a la aceptación de la Monarquía parlamentaria sí, o sí, y controlada por su oligarquía financiera, se ha quitado la máscara coincidiendo con el baile de máscaras de los escenarios políticos globales, donde siempre prevalece la falsedad aristocrática del Poder desnudo, el del dinero.

Pasar del Estado de naturaleza al Estado social fue necesario para vehicular los valores humanos y para ello nadie hasta el momento ha inventado nada que supere al contrato social. Este contrato social no podía ser de otra forma que entre iguales, iguales en sustancia, iguales en derechos, iguales ante las oportunidades, iguales ante la ley. Solo de este hecho igualitario podía emerger en la comunidad un sentido de pertenencia necesario para que la política alcanzara sus mejores logros. Ser súbdito se asocia hoy a épocas pasadas en las que la libertad solo se alcanzaba por cuna y no por ciudadanía y donde el cetro que investía al monarca tenía atributos divinos.

Para que este contrato social tomara carta de naturaleza hubo que elevarlo a la categoría de ley y proclamar la igualdad de todos los integrantes de la comunidad política ante ella. ¿Qué si no podría merecer nuestro respeto y nuestra colaboración? Esta es la base de las repúblicas modernas, de las constituciones Francesa y Americana a finales del S. XVIII.

Los valores republicanos impregnaron, en su origen, las primeras constituciones democráticas modernas, las de las democracias llamadas representativas. La tradición republicana, que en su acepción de izquierda tiene su mejor valedor en “El contrato social” de J. J Rousseau, tiene como valor fundamental la estabilidad de la “polis”, estabilidad que solo puede generarse de la libre aceptación del contrato político y social por parte de la gran parte de la ciudadanía. Esta aceptación solo puede darse mediante unas condiciones del pacto sistémico y legal en donde el principio supremo que guíe la acción política sea el bien común, y en donde el principio de autoridad esté fundamentado y complementado con la libre aceptación del contrato y en la participación de todos en la acción democrática y en los beneficios de ella derivados.

Los valores proclamados de la República fueron, libertad, igualdad y fraternidad; valores necesarios para la cohesión y estabilidad de la comunidad política. Estos valores republicanos iban a reforzar la democracia representativa y su sistema político, generando sentido de pertenencia a una comunidad en derechos y en deberes. Sin embargo la deriva democrática hace siglos dejó de representar estos valores y ello debido a que los valores individualistas fueron desplazando a los colectivos. Estos valores individualistas que es innegable, que al igual que los colectivos pueden generarse, albergarse y eclosionar en el ser humano – de ambas tendencias la historia nos ofrece episodios – fueron despertados por el liberalismo decimonónico, mediante su marco sociopolítico de competencia entre individuos, e intereses de facciones y banderas. El escenario político, en la visión liberal, no apelaba a la comunidad sino a la individualidad y a las facciones; no promovía la colaboración, sino a la competencia. En estas circunstancias ¿Cómo promover una comunidad política estable y cohesionada?

En la comunidad sistémica democrática los valores republicanos se fueron debilitando y sustituyendo por otros tres valores que predominan en las sociedades actuales, Individualismo posesivo, competitividad y consumo irresponsable. Atrás quedó el sentido del bien común, cada uno busca en el mercado competitivo su propio bien, muchas veces en contra del bien ajeno o colectivo y de la sostenibilidad del planeta.

La lucha emancipadora de los sectores y las clases desfavorecidas y oprimidas en el sistema liberal-capitalista, consiguieron avances importantes durante el S. XIX y XX, avances que, no debemos olvidar sufrieron la mayor regresión de la historia de forma plebiscitaria en 1933 con Adolf Hitler. Esto debe de hacernos pensar que la democracia, entendida como gobierno del pueblo elegido en sufragio, si no va acompañada de valores republicanos, puede justificar las formas políticas más monstruosas. La democracia, como muchos autores de la democracia han señalado no se justifica únicamente en sus procedimientos, sino que también ha de ser democracia sustancial basada en logros sociales y valores humanos.

La reconsideración del contrato social dio sus mejores frutos después de la Segunda Gran Guerra, con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con el denominado Estado social y democrático de derecho. Es la vuelta del liberalismo como doctrina económica y su prevalencia mundial desde hace más de 3 décadas lo que ha constituido de nuevo la regresión económica, social y de legitimidad política actual.

El capitalismo denominado “De rostro humano” o social-democracia, responde al pacto social de post-guerra y vino a significar en el mundo desarrollado 3 décadas continuadas de estabilidad política y social. La vuelta al fundamentalismo del mercado o capitalista se da y se justifica de la mano de las teorías del re-nacido liberalismo, el neoliberalismo. Éste ha conseguido derribar los valores democráticos republicanos y por lo tanto acabar con la estabilidad y cohesión política y social, al mismo tiempo que ha secuestrado a la democracia.

Las formas políticas actuales, con la globalización financiera, son fundamentalmente no democráticas. Esto es patente por el hecho de que las instituciones financieras internacionales (BM, FMI, OMC) y organismos de gobernanza global como el G-20, o regional como el Consejo Europeo, no siendo elegidos por la ciudadanía, constituyen hoy los auténticos centros decisorios en la globalización. El problema añadido es que todos estos organismos de gobernanza adoptan las doctrinas neoliberales como las únicas posibles, y ello en perjuicio de los sistemas democráticos de los Estados-nación y de los pueblos.

La gran brecha social que se da en los Estados entre las clases altas y las bajas, no puede generar cohesión social ni sentido de pertenencia y ciudadanía y esto corroe continuamente los pilares democráticos. Pero tampoco la brecha global entre países ricos y países pobres puede hacerlo, en esta globalización marcadamente desigual e injusta.

Sin embargo en nuestro país, España, seguimos manteniendo vestigios pre-modernos y arcaicos como una monarquía, que a pesar de ser constitucional y expresar que quiere ser de todos los españoles, se alinea con la gran Banca, se permite el lujo de pertenecer al Club de poder global de Bildelberg o monta la recepción y la foto oficial de todos los poderes corporativos de este país con los reyes en El Palacio Real.

Nó, ya no debemos mantener formas pre-democráticas como la monarquía. Una monarquía que en su esencia significa estatus y que tiene prerrogativas que no se pueden equiparar a las del resto de sus “mortales” súbditos. La ley ya no puede mantener el privilegio de herencia, ni albergar poderes no elegidos. La democracia ha de supeditarse al contrato social efectivo, a la estabilidad de la polis, a los valores y la cultura republicana y al bien común.

La democracia será republicana o no será y ello a escala local y global, y la ciudadanía ha de presionar para que se constituyan poderes democráticos, republicanos y sociales a distintos niveles. Ese es el reto de nuestro siglo, esa nuestra lucha.

¡ Un referendum y un nuevo periodo constituyente son necesarios !

¡VIVA LA DEMOCRACIA REPUBLICANA!


domingo, 16 de octubre de 2011

La república ciudadana y la política



“Temo que esta generación de políticos de izquierda esté perdida (No tienen rabia, no sufren, no tienen hambre, no han sido perseguidos. Parte de ellos son hijos de la globalización favorecida y nunca han sentido en sus carnes pertenecer a las clases oprimidas y siempre desfavorecidas) y deseo que las generaciones que están despertando con este movimiento social tomen las riendas y presionen para que haya una renovación que posibilite hacer frente al neoliberalismo desde los escaños”
A mi amiga Patri que nos ha regalado estas sentidas y fundadas palabras.
Antonio Fuertes Esteban. Coordinador de ATTAC Acordem

El 15 de octubre de 2011 ha constituido una segunda etapa necesaria dentro del movimiento de indignación contra el sistema global. La revuelta contra la dictadura económica y por ende política de los mercados, comienza este día a tomar arraigo alrededor del Mundo, como respuesta de la ciudadanía ante los abusos y desmanes del capital financiero internacional. Millones de personas han expresado en la calle su rechazo a las políticas neoliberales en cientos de ciudades del globo, recordando que las autoridades políticas electas no representan hoy al pueblo, sino a los intereses de los poderosos, capital financiero y grandes corporaciones transnacionales.

La democracia, que había de ser el gobierno del pueblo y para el pueblo, se ha constituido en pura forma, pura imagen. Su esencia republicana de libertad, igualdad y fraternidad ha desaparecido de la faz social y política, secuestrada por una economía que no está al servicio de las personas, sino de los poderes económicos en pocas manos. En ATTAC hace 14 años que llamamos ya a la ciudadanía a enfrentarse a la dictadura real de los mercados financieros, es por este motivo que el nuevo movimiento que se está extendiendo por el Mundo nos llena de esperanza y de fe cívica en la ciudadanía y en la lucha global.

Una lucha que, no dudamos, necesariamente se irá abriendo camino en el sentimiento y en la voluntad de las personas. Personas que está viendo como las decisiones fundamentales las están tomando instituciones financieras internacionales, G-20 y empresas a las que no han votado. Decisiones que toman por mano de los gobiernos, hoy a su servicio, y en contra de la gran mayoría, recortando derechos democráticos adquiridos y fundamentales para la sociedad, para el planeta y para las futuras generaciones.

Es la constatación generalizada de este gobierno tiránico del dinero, que se ha hecho gobierno global traspasando fronteras al liberalizarse los mercados de capital y de cambio, y la acentuación progresiva de la brecha social entre pocos favorecidos por la globalización capitalista y la gran mayoría de perdedores, la que está asentando las bases del nuevo movimiento ciudadano emergente. Movimiento necesariamente asentado en problemas locales, pero que ha de enfrentarse al poder del dinero con estrategias locales y también ahora necesariamente globales.

El movimiento ciudadano, de resistencia global generalizada contra el fundamentalismo de mercado, justo comienza su prometedora andadura. Se irá construyendo paso a paso, país a país, golpe a golpe, aprendiendo y re-interpretándose a sí mismo. Su prevalencia social comunitaria y en las redes sociales es imprescindible. Es necesario que emita mensajes y alternativas de futuro a toda la sociedad, para que la sociedad sienta que hay un camino posible y transitable hacia el buen vivir, un camino democrático y opuesto a los cantos de sirena de fascismos, vías xenófobas y populismos con líderes carismáticos varios, a los cuales habrá que enfrentarse.

Este movimiento ciudadano, desde el principio tiene varios retos políticos:

El primer reto será organizarse colectivamente e implantarse como movimiento ciudadano permanente y consolidado y capaz de representar la pluralidad de vivencias, necesidades y expectativas de cambio. Para ello solo tiene que interrogarse por cuales son las políticas que de forma global están constituyendo una regresión en el desarrollo de los pueblos desde hace 3 décadas. La respuesta es clara son las políticas neoliberales, que han conseguido que el mercado sea la única fuerza que marca las prioridades políticas, ello en detrimento de los estados y de las sociedades. Y una vez clarificado este hecho, la ciudadanía ha de buscar la forma de combatir el poder ciclópeo del mercado.

El segundo reto, después de constituirse en fuerza de presión reivindicativa global, será organizarse como sujeto político para valorar la situación sistémica y elaborar un programa político mínimo, en el que se enumeren un conjunto de alternativas globales de consenso, y un conjunto de alternativas locales o regionales, y siempre teniendo en cuenta las prioridades y los procesos secuenciales necesarios. Ambas han de articular y nutrir las movilizaciones ciudadanas.

En tercer lugar hay que tener en cuenta que, es necesario pensar en la necesidad de un frente político y social fuerte y no fragmentado que represente los intereses del movimiento emergente y que pueda acceder a la toma de decisiones en democracia mediante organizaciones políticas populares en los diversos países. Un movimiento organizado y con claras alternativas políticas capaces de revertir la antisocial y anti-ecológica globalización neoliberal.

Este tipo de organización política no está resuelto hoy día a nivel global y apenas a nivel local. No existen, en la mayoría de países, fuerzas políticas capaces hoy de representar este movimiento ciudadano, con los programas y solvencia necesarios para conseguir representación mayoritaria en las democracias actuales y que puedan implantar programas que reviertan las políticas neoliberales de las últimas décadas en el mundo.

La perspectiva socialdemócrata en Europa sucumbió mayoritariamente al social-liberalismo anglosajón y en nuestro continente hay que plantearse construir la rama política del movimiento ciudadano de liberación global con los restos del naufragio de la izquierda y los nuevos aportes políticos del propio movimiento ciudadano, así como con las nuevas alternativas plurales sociales y/o ecologistas que surgen frente a las políticas neoliberales.

Sin embargo la necesidad de una fuerza de progreso y anti-neoliberal, capaz de aglutinar una masa social de electores suficiente, se ve hoy frustrada en nuestro país, por la fragmentación partidista de las izquierdas, tan plurales como ineficientes y perdedoras ante la derecha del PP y ahora del PSOE, también defensor de las políticas neoliberales. La fragmentación partidista de los partidos que dicen buscar la emancipación enfrentándose al sistema, es la mejor arma que tienen los poderes conservadores y financieros para seguir gobernando siglos, y además paradójicamente diciendo que les legitiman las urnas. Por eso hoy hace falta en muchos países la unión de todas las fuerzas políticas y sociales que de forma clara y seria (no solo ideológicamente) pretendan enfrentarse al gran poder del dinero.

Nuestro solvente y esperanzador movimiento del 15 M no tiene una transcripción político-representativa en este momento. Hay quienes votarán a diversos partidos fragmentados, fundamentalmente a la izquierda del PSOE. También una buena parte de desafectos a las elecciones, que no acaban de motivarse para el voto. El voto anti-sistema se pierde o se fragmenta, ante el regocijo de conservadores y neoliberales.

Articular las resistencias electoralmente, es necesario si pretendemos que nuestra legitimidad como movimiento tenga poder político representativo y por lo tanto para cambiar políticas reaccionarias por políticas sustancialmente sociales, ecológicas y democráticas. Pero el interés personal, el protagonismo, el sectarismo o los diversos radicalismos ideológicos absolutamente minoritarios se mezclan en el crisol multicolor de las izquierdas plurales actuales, dando como resultado más confusión y desafección ciudadana, especialmente en el plural mercado del voto de la izquierda, cada vez más desraizada de la calle, de los problemas de la gente y sofisticada.

Al sistema solo se le puede vencer con unidad popular, la actual disgregación del voto del pueblo es descorazonador y la tumba anticipada del estado social. Por ello recuperar el pensamiento republicano es necesario para la izquierda. Un movimiento ciudadano potente ha de tener un servidor público dispuesto a promover el bien común. Para ello solo hay una salida capaz de volver a entusiasmar a los desafectos para volver a votar, un frente político y social popular que concurra unido a las elecciones, ya serán las del 2015, estas las tenemos perdidas. Ciudadanas y ciudadanos, exigir unidad popular, es la única forma de defender los derechos sociales y de instaurar políticas auténticamente democráticas a través de una reforma republicana de nuestra constitución. Ello al mismo tiempo que, desde auténticos servidores del pueblo, se promuevan políticas para contener y revertir las políticas neoliberales globales.

¡Unidad republicana o servidumbre voluntaria!

Antonio Fuertes Esteban

16/10/2011

martes, 11 de octubre de 2011

Propuesta de moción a las administraciones públicas por un impuesto a las transacciones financieras (ITF) y la abolición de los paraísos fiscales


Los abajo firmantes, instamos al Ayuntamiento de ........................................... a que someta a debate y aprobación la moción a favor de la creación de un nuevo impuesto a las transacciones financieras (ITF) y que esta propuesta sea trasladada a las diferentes instancias de gobierno.

Igualmente instamos a que se pida que se tomen medidas para la abolición de los paraísos fiscales e instar el Gobierno de España, al Parlamento Español y al Parlamento y Consejo Europeo a dar los pasos necesarios, por su necesidad, para establecer el ITF y empezar a concretar medidas contra los paraísos fiscales y centros off-shore o extraterritoriales.

Entendemos que el ITF ha de afectar a la totalidad de los mercados financieros sujetos a movimientos especulativos y debe ser lo suficiente alto como para disuadir la especulación, tanto en periodos ordinarios como en periodos extraordinarios de ataques especulativos intensivos, momentos en que los tipos deben subir ostensiblemente para frenar estos ataques.

Es necesario proponerse la extensión global de esta medida, pero hasta que no haya un consenso mundial, hace falta plantearse el adoptar este impuesto en la UE como mínimo y, de no ser posible, por ahora , en toda la Unión, se debe implantar con decisión en la Zona euro.

Exposición de motivos:

Sufrimos una crisis generada en el epicentro del sistema financiero de los EE.UU, extendida al mundo, debido a la inexistencia de regulación bancaria, por los movimientos incontrolados de capitales y por la ingeniería financiera. John M. Keynes explicó en 1936 que hacía falta reducir la excesiva liquidez de los mercados y propuso un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) para estabilizar los valores de los activos financieros y mejorar el crecimiento económico y la ocupación. La pérdida de la convertibilidad dólar-oro el 1971 supuso fluctuaciones imprevisibles en los tipos de cambio y también campo libre a la especulación. Esto transformó la misma naturaleza del mercado y la especulación se impuso a la economía productiva.

La explosión especulativa en los mercados de cambio llevó a James Tobin el 1972 a hacer una propuesta reguladora: establecer mundialmente un impuesto a los intercambios de divisas, inicialmente con un tipo del 0,5% al 1%, para disuadir las operaciones especulativas a corto plazo. Para Tobin, este impuesto significaría que los gobiernos pudieran llevar a cabo políticas económicas autónomas y soberanas.

El año 1997 Ignacio Ramonet y ATTAC recuperan la "Tasa Tobin" como forma de responder a los diversos descontroles financieros que causan graves crisis económicas y padecimientos sociales. Ramonet propone volver a la propuesta de Tobin y crear un impuesto a las transacciones cambiarías (ITC) para estabilizar los mercados financieros. El primer objetivo de este impuesto es disuadir los movimientos de capital especulativos a corto plazo, pero sin afectar los dirigidos a la inversión productiva que se hacen en el largo plazo. El segundo objetivo es recaudar un fondo para financiar necesidades más urgentes y desarrollo de los países del sur.

Aún así la experiencia constata que un impuesto del 0'1 al 0'5% sobre operaciones cambiarías, no puede impedir los ataques especulativos ocasionales e intensivos contra una moneda. Para este tipo de ataques especulativos intensivos, el economista alemán Paul Bernd Spahn propuso un impuesto a dos bandas o de doble alícuota. En periodos ordinarios de funcionamiento de los mercados financieros los tipos serían bajos, pero en momentos de ataques intensivos o planificados contra las monedas , se adoptaría automática y ocasionalmente una banda superior al 50% para disuadir estos ataques.

Pero la especulación no se da sólo en los mercados de divisas. La desregulación bancaria, financiera y la libertad absoluta y descontrol en los mercados permiten que grandes capitales pasen de unos activos a otros en busca de beneficio, evitando las incipientes regulaciones en determinados mercados. Esta es una situación muy conocida por los fondos de inversión especulativa de alto riesgo (hedge founds) ubicados en paraísos fiscales o centros off-shore o extraterritoriales, o por los fondos de pensiones anglosajones, aseguradoras, fondos soberanos y en general los denominados inversores institucionales que distribuyen sus capitales para especular con diversos activos.

La inversión de estos fondos especulativos se ha centrado en varios instrumentos como divisas, valores, bonos y sobre todo bonos soberanos de la deuda de los Estados, obligaciones, títulos de hipotecas, mercados de futuros de los alimentos y de combustibles fósiles, productos derivados...etc, sin importar nunca los efectos nocivos e incluso criminales que la especulación provoca en el mundo. Por eso es por lo que varios actores, tanto gubernamentales, como ONG y movimientos sociales proponen los últimos años una modalidad de impuesto que grave todo tipo de transacciones financieras, un ITF.

Por otra parte, para que el impuesto a las transacciones financieras sea posible y eficaz, es urgente adoptar y promover medidas legales y administrativas concretas y eficaces para favorecer la transparencia y combatir la evasión, el fraude fiscal y el lavado de dinero que se efectúan vía paraísos fiscales o centros financieros para no residentes.

Las medidas tributarias para la lucha contra el fraude fiscal adoptadas hasta ahora por el gobierno de España han incidido sobre todo en los contribuyentes declarantes, pero ignoran sistemáticamente los informes públicos de los Técnicos de Hacienda del Estado que señalan los paraísos fiscales como plataformas para la gran evasión de impuestos, el fraude fiscal y el lavado de dinero proveniente del delito y la criminalidad organizada.

Hace falta señalar el gran cinismo político de la OCDE, al servicio del G-20, al modificar los estándares de referencia del año 2000, haciendo desaparecer de su lista negra de paraísos fiscales la mayor parte y los más significativos. La lista de paraísos fiscales de 2000 de la OCDE estaba integrada por 35 paraísos fiscales y buen número de territorios no cooperantes, pero hoy sólo quedan 3 en la lista, aun cuando ningún territorio considerado paraíso fiscal de la lista del 2000 ha abolido el secreto bancario, razón por la que otras listas elevan el número de paraísos fiscales a 74. En realidad, continúa habiendo un importante número de jurisdicciones que son de hecho centros financieros extraterritoriales para no residentes, que cumplen las características fundamentales de opacidad asociada al secreto bancario, muy accesibles para no residentes y nula o baja tributación.

Nuestra plataforma, teniendo en cuenta que, tanto la transparencia como la regulación financiera deben ser considerados bienes públicos universales, subraya las medidas necesarias para combatir la especulación, la evasión de capitales, el fraude fiscal y el blanqueo de dinero. Y considera que el impuesto a las transacciones financieros (ITF) necesariamente debe tener las características siguientes:

1.- Actuar sobre todo tipo de transacciones financieras: Se ha de implantar en los mercados bursátiles de acciones, bonos, divisas y en general todos los que se negocian en el mercado de capitales. También en los mercados extra bursátiles, cuando se produce un acuerdo sobre los derivados de una oferta de productos financieros o en los mercados de futuros. Así como cuando hay compraventa o transferencia de productos estructurados, es decir valores negociables u otros instrumentos financieros que se ofrecen a través de una titulación.

2.- Establecer tipos fiscales que disuadan a los especuladores: El principio de "disuadir la especulación" debe ser superior al principio más simple de "quien especula paga". Y los tipos deben ser suficientes para disuadir. Entendiendo por especulación la que se realiza en el corto plazo en los mercados financieros.

Esto no impide que la recaudación del ITF sea además una fuente de financiación múltiple. Pensamos que, dado que el sistema financiero se debe estabilizar con este impuesto y esto debería repercutir positivamente sobre la economía de los diversos países desarrollados y en vías de desarrollo, la recaudación debería destinarse en buena parte a los países más desfavorecidos o empobrecidos para redistribuir la riqueza. Hace falta constatar también que, en estos momentos que casi se criminaliza el déficit (especialmente el público) y se exige que se cumplan los acuerdos europeos de estabilidad presupuestaria, los gobiernos han desplazado lamentablemente toda la utilidad de la futura recaudación de este impuesto, pretendiendo usarlo exclusivamente para alimentar las haciendas públicas de los estados europeos.

3 .- El ITF debería ser mundial, pero determinadas zonas pueden empezar a instaurarlo:
Este impuesto debería ser global y debería servir para combatir la circulación de 5 a 6 billones de dólares, destinados cada día a la especulación financiera según varias estimaciones. Aún así, mientras no haya acuerdo en la comunidad internacional, la Unión Europea, o como mínimo los países de la Eurozona, deberán ser base suficiente para adoptarlo. Pese a los augurios interesados sobre las expectativas de fuga de capitales de los países o regiones que adopten el ITF hasta que no se instaure globalmente, no podemos obviar el círculo vicioso y perverso de esta argumentación. Se da un eterno chantaje para que nada se mueva, a pesar de la necesidad del establecimiento de impuestos internacionales. Tampoco es menos cierto que los capitales que huyen son los que no tienen ningún valor social, por ser especulativos, y esta fuga no afecta a los capitales que sustentan la inversión en economía productiva, que tiene como base economías estables, innovación tecnológica y capital social y humano competente.

4 .- La comunidad internacional puede delegar en un organismo democráticamente constituido, en el seno de la ONU, la gestión del fondo generado con este impuesto y, si se tercia, la Unión Europea podría, incrementado su escaso presupuesto.

Además, para conseguir la abolición de los paraísos fiscales y/o centros off-shore extraterritoriales, pedimos que se promuevan y defiendan en nuestro territorio, a través de nuestros representantes y en los diversos organismos internacionales, todas las medidas para lograr estos objetivos. Las reuniones del G-20 los días 3 y 4 de noviembre en Cannes , y las próximas del Consejo y de la Comisión europeos son foros adecuados para qué se decidan medidas contra los paraísos fiscales como las siguientes:

5 .- Que la OCDE y la comunidad internacional consideren paraísos fiscales a todos los territorios que mantienen y defienden el secreto bancario en su legislación. El G-20 debería ser consecuente con su declaración de abril de 2009 de que "la era del secreto bancario ha acabado" y hacer realidad esta declaración más allá de las falsas y cosméticas medidas sobre limitados acuerdos de intercambio de información fiscal entre países.

6 .- Que se haga efectivo, para todos los Estados o territorios que forman parte de la comunidad internacional, el intercambio automático de información para proporcionar periódicamente la identidad de los clientes de bancos y de otras instituciones y vehículos financieros.

7 .- Que el G-20 pida a los bancos que operan en los diversos estados que proporcionen la identidad de los clientes con cuentas en sus matrices, filiales o sucursales en el extranjero.

8 .- Que los órganos de gobierno de la UE tomen medidas para erradicar los paraísos fiscales que operan en el seno de la UE y en general en el espacio económico europeo.

9 .- Que se adopten acuerdos y se promulgue la legislación pertinente en las normas contables internacionales, para que las compañías transnacionales publiquen y rindan cuentes país por país, con objeto de que contribuyan fiscalmente al impuesto de sociedades según sus beneficios, y así impedir su evasión fiscal generalizada utilizando sociedades filiales o matrices en paraísos fiscales.

10 .- Que se aborde legislativamente en el ordenamiento español un riguroso control de las sociedades mercantiles y entidades financieras registradas en centros financieros off-shore o extraterritoriales de la lista actualizada en el Real decreto 1080/1991. En todo caso, deberán quedar excluidas de poder participar en la contratación pública en el estado español todas las sociedades mercantiles, entidades bancarias y grupos empresariales con sucursales, filiales o entidades corresponsales registradas en paraísos fiscales.

11 .- Que se establezca un registro de beneficiarios de fundaciones y trust o fideicomisos, así como de todas las cuentas bancarias en cada una de las jurisdicciones.

12 .- Que se promuevan internacionalmente medidas jurídicas y administrativas para conseguir una cooperación judicial y fiscal efectiva y así poder combatir eficazmente la evasión de capital, el fraude fiscal y la criminalidad financiera.