sábado, 21 de mayo de 2011

Por una Res Publica mundial


Antonio Fuertes Esteban
ATTACAcordem

Durante siglos pusimos los muertos en las guerras y los vientres y cuidados para aumentar las conquistas de reyes, papas y tiranos. Nos dejamos la vida construyendo sus palacios y catedrales, remando en sus galeras, sirviendo en sus haciendas, pegadas y pegados como siervos a sus tierras y sometidos a sus dictámenes arbitrarios. Comenzamos el camino hacia la libertad emancipándonos de un Dios temible y pegándonos a la razón, pero los mismos reyes que enarbolaban el cetro divino permanecen en nuestro tiempo como burla del pasado, oficiantes del eterno rito del Poder, como símbolo de la desposesión del pueblo.

Nosotros y nosotras somos el pueblo, aquel al que sometido y dividido se ha gobernado tiránica e impúdicamente, la mayoría de las veces en beneficio de unos pocos. Aquel al que se ha educado mediante mitos religiosos y nacionales que sembraron la cizaña de la diferencia y arengaron a guerras de conquista. Aquel al que siempre se dijo que no estaba preparado para ocuparse de sus propios asuntos ya que solo los excelsos podrían velar por él gobernándolo. Como pueblo acumulamos conciencia y experiencia histórica y ya conocemos las artes del dominio. Arengados contra enemigos fabricados, carne de nuestra carne humana, mediante guerras de conquista y religiosas. Puestos a competir en los mercados de la competitividad capitalista para alimentar el becerro de oro en la sociedad de la abundancia y el despilfarro. A competir por un trabajo que es un derecho, a competir por las fábricas rebajando nuestros salarios, a competir por poseer más patrimonio, por tener más poder y dominar los mercados.

Son todos los “Césares” a lo largo de la historia quienes crearon las reglas del juego y consolidaron las clases, las razas, las religiones, las naciones, la banca, las megalópolis. Quienes pusieron puertas al campo y dividieron para imperar. Estamos en una etapa crítica de la historia: Podemos seguir como hasta ahora, separándonos y compitiendo con “los otros”. Podemos seguir adorando al becerro de oro de la abundancia, al dinero. O bien al contrario, podemos comenzar a construir el gran sueño, el sueño final que nos habría de hacer a todos libres e iguales. Un sueño que necesariamente ha de comenzar dotándonos de nuevas leyes, orientadas a la colaboración y no a la competencia. Donde todas las personas dispongan de oportunidades y no solo las más capaces. Donde la justicia y la solidaridad acerquen a los pueblos y les hagan por fin partícipes de un mismo destino compartido. Donde la acción del hombre respete la madre Tierra, la Pachamama que le da vida y nutre su existencia. 

 Este es nuestro reto, vincular nuestro destino a la gran transformación que nos hará por fin existir como especie, lograr la paz perpetua y un proyecto compartido, un futuro global de personas libres e iguales. Juntar nuestras voluntades y nuestras manos contra las banderas que, alimentando con ideas sutiles su propio beneficio, dividen al pueblo que habría de encarar unido su auténtico destino, la República mundial de libres e iguales.

Tendremos que derribar las barreras de la esclavitud respecto a gobiernos de mercaderes competitivos y soldados de la exclusividad patriótica. Tendremos que avanzar mil años de golpe nuestras mentes y nuestros corazones, soñar que un mundo diverso no ha de mantener necesariamente fronteras de intolerancia y enerbolar este sueño diariamente. Tendremos que diluir, con el conocimiento y acercamiento a los otros, las fronteras que ponen los exclusivismos culturales que recrean de continuo antiguas afrentas. Tendremos que tender puentes de diálogo ante cualquier conflicto y favorecer con todo ello el avance hacia la hermandad y federación de los pueblos, siempre adelante ¡valientes! siempre adelante. Tomemos las instituciones como pueblo aquí y allá. ¡Unamos nuestros destinos! y por fin seremos especie y otro mundo será realmente posible. Avancemos en democracia y federemos nuestros pueblos contra el poder del dinero, contra el poder totalitario, contra el poder adoctrinador de las iglesias. Ese es el camino ¡Hacia una Res Publica de la Humanidad!

lunes, 16 de mayo de 2011

Entrevista al diari Avui

Foto: ROBERT RAMOS



Entrevista a Antonio Fuertes President D'ATTAC ACORDEM

“Cal posar fi a la dictadura dels mercats”

“La crisi simplement ha fet més ostensible el que estava latent, el poder dels oligopolis financers sobre els governs i l'economia real”

“Volem més control a la banca i una taxa que gravi els moviments especulatius”

Barcelona 14 de mayo 2001. Laia Bruguera
Fa dotze anys que Attac lluita perquè s'estableixi una taxa que gravi les transaccions financeres per frenar l'especulació i obtenir fons que reverteixin en la ciutadania.
Evidentment, establir aquesta taxa és una de les mesures que proposeu per fer front a la crisi...
Una taxa que gravi com a mínim el 0,1 per cent dels moviments en els mercats de divises, valors o futurs i també l'especulació sobre el deute als països europeus és el nostre senyal d'identitat però anem molt més enllà.
Quines altres mesures poseu sobre la taula?
Abolir els paradisos fiscals, lluitar contra l'economia submergida, crear una banca pública perquè el crèdit flueixi o una reforma fiscal redistributiva que no acabi beneficiant, com sempre, els rics.
En resum, es tracta de controlar i intervenir molt més el sector financer...
Fa dotze anys que parlem de la dictadura dels mercats. A tot el món, els oligopolis financers han pres el poder i dominen tant l'economia real com els governs. La crisi simplement ha fet més ostensible el que estava latent.
Per què doneu suport a la manifestació de dissabte?
La Unió Europea ja ens va colar el Tractat de Lisboa però aquí a Catalunya, des que ha entrat el nou govern, les retallades en sanitat o ensenyament s'han fet a sac. Pensem que hi ha una davallada de l'estat social tant per culpa d'aquestes retallades com per les condicions del mercat laboral. De tota manera, hem donat suport a aquesta manifestació però amb la que ens hem implicat més és en la de diumenge.
Per què? Quina és la diferència?
La de diumenge es fa a tot Espanya, no només a Barcelona, i va més enllà de les retallades, reclama una democràcia real.
Serviran per alguna cosa totes aquestes mobilitzacions?
És l'única arma que tenim per parar la dictadura dels mercats.

domingo, 1 de mayo de 2011

Toma la calle!!



Antonio Fuertes Esteban

ATTAC ACORDEM

Presiento que de nuevo resurge la esperanza, en el panorama internacional la ciudadanía toma conciencia como tal de su capacidad para manifestar su descontento y exigir cambios necesarios hacia la democracia, entendida como no podía ser menos como soberanía popular, como el gobierno del pueblo.

Y es que el pueblo, como legítimo depositario de soberanía, es suplantado sistemáticamente por una diversidad de poderes que lo relegan bien a la sumisión a monarcas y dictadores de turno o bien a la pasividad y delegación colectiva en unos representantes que en la mayoría de ocasiones no lo representan y que, anteponiendo sus intereses partidistas al interés general, sirven o se alían con aquellos que realmente ostentan el poder fáctico, los poderes económicos. Sin embargo en una auténtica democracia el poder político habría de velar porque los ciudadanos fuesen libres e iguales, dotando a las estructuras y leyes del Estado de instrumentos de equidad y mecanismos redistributivos para ello y promoviendo en la sociedad la solidaridad como medio de constituir una auténtica comunidad política más allá de los intereses particulares, especialmente los de los poderes económicos que son los que a través de instrumentos como la financiación de los partidos y programas de los gobiernos y de los medios de persuasión masiva, mueven los hilos de poder.

Islandia, Ejipto o Túnez nos muestran un camino, la rebelión pacífica en las calles, y es que todos los regímenes sujetos al arbitrio de tiranos o de una minoría basan su dominio en la pasividad o el miedo de los ciudadanos y la única forma de plantar cara es perdiendo el miedo y movilizándose la ciudadanía, de la misma forma que ya lo está haciendo en países formalmente “democráticos” como Gran Bretaña, Francia, Italia o EE.UU en Wisconsin y Ohio. Aquí hemos de observar que cuando en las democracias formales las diversas oligarquías políticas que se turnan en el ejercicio de gobierno están sujetas a los designios de los poderes económicos, estas oligarquías no representan al pueblo, sino a una plutocracia local y/o global que a través de la presión que ejerce sobre los diversos gobiernos y mayorías parlamentarias ostentan el poder real.

Si como ya es comúnmente conocido, las democracias formales están sujetas a la tiranía de los mercados o sea de la Banca internacional y las empresas transnacionales. La ciudadanía habrá de globalizar las resistencias contra este poder de los mercados, saliendo a la calle en todos los países y no votando a aquellos que han ”hecho la cama” para que los mercados financieros hayan tomado el poder. En Europa los políticos en los gobiernos, bien del grupo socialista o del grupo popular, ha sido lo que han hecho, mediante la firma del Tratado de Lisboa han “hecho la cama” al capital y nos toca a la ciudadanía dormir en el suelo, en el suelo del paro y muchos a la intemperie, sin perspectivas de futuro y como esto siga así pronto totalmente desprotegidos y sin derechos.

Pero los ciudadanos y ciudadanas despiertan ya, no están dispuestos a no ser sujetos de derechos, a no poder participar políticamente y exigen más y mejores cauces democráticos, construir una auténtica democracia participativa y garantizar derechos sociales fundamentales que supongan una vida digna para todos y todas. Por eso hay que salir a las calles, manifestar nuestra indignación con la clase política, castigar a los corruptos y a los validos de los poderes económicos en las elecciones. La democracia no ha de significar necesariamente el menos malo de los sistemas políticos como profetizó Sir Winston Churchill. La democracia significa la construcción del sueño humano de libertad, igualdad, justicia y convivencia. Por eso el votar al menos malo siempre entraña el riesgo de que en el ejercicio de gobierno se vuelva peor, en democracia el voto se ha de depositar en aquellos que realmente tienen nuestra confianza. Por eso si no la tienen no les votes.

Demócrata convencido pero desilusionado, vuelve a ilusionarte, los jóvenes tienen futuro y no estamos dispuestos a sacrificar ninguna generación como pretenden algunos políticos. La sociedad vuelve a estar viva y es signo de esperanza en que triunfará la perpetua lucha por la dignidad, por ser iguales, por la especie y por el planeta.

Porque no somos mercancía en manos de políticos y banqueros

El dia 15 de mayo toma la Calle!!

http://democraciarealya.es/